Tito García Sanjuán dejó ayer de ser entrenador de la Sociedad Deportiva Formentera de Segunda B. La noticia significó la puntilla a unos días muy convulsos en la entidad, que comenzaron con las declaraciones de Álvaro Muñiz criticando duramente al técnico, continuaron con la tercera derrota consecutiva en la Liga y culminaron ayer con la marcha del preparador. «Mi sensación es que lo mejor para el vestuario es que yo salga, que haya un cambio y entre aire fresco», manifestó en una emotiva rueda de prensa. Poco después, el club anunció el que será su sustituto, Juan Arsenal Moreno.

El preparador maño dijo que las palabras de Álvaro en Diario de Ibiza la pasada semana, en las que el ya exjugador del Formentera desveló serias discrepancias con García Sanjuán, son «una falsedad tremenda». Apuntó que le hicieron «daño», pero que no han sido «el detonante» para su marcha, aunque sí «una parte más» de la decisión final. «Ahora puedo parecer yo el malo de la película, pero se ha intoxicado mucho y la solución sencilla puede ser esta [dejar el club]», indicó.

El ya exentrenador del Formentera añadió también que la semana pasada [cuando salieron a la luz las manifestaciones de Álvaro Muñiz] «fue muy dura» para él, y fue el jueves cuando ya puso encima de la mesa la posibilidad de dejar la entidad. «Mi situación personal fuera del deporte no ha sido sencilla, y si lo agravas con otras situaciones personales que lo han enrarecido todo, es lo que hace que tome la decisión», afirmó.

Un decisión que, según el entrenador de Zaragoza, ha sorprendido a la plantilla del equipo rojinegro, que le pidió que recapacitara. «Todos me han intentado convencer de que diera marcha atrás», subrayó, para apuntar, sin embargo, que la situación en el vestuario se podía «enquistar». «Esta es la decisión que había que tomar, por mi bien y por el del club. Me quedo con las palabras de la gente con la que tratas día a día», sentenció.

García Sanjuán dijo que ha acumulado un «desgaste» y «momentos de soledad» y, además, no tiene «las fuerzas necesarias» que se requieren para «comandar un grupo humano» como el del Formentera. «Ha habido un montón de situaciones, primero personales, que han hecho que mi fuerza vaya menguando. Llega un momento en que hay incomodidad; y si no te sientes la persona capacitada para tirar esto adelante, creo que hay que ser honesto con uno mismo y con la gente que está a tu lado», declaró también el entrenador, que no quiso ser egoísta con el Formentera.

Además, para el artífice de los últimos éxitos del Formentera su adiós no se debe a la marcha de jugadores importantes, como Álvaro Muñiz y Fernando Liñán, que han recalado en la UD Ibiza de Tercera. «Esto sí que no influye en absoluto. Después de la primera vuelta y la actuación en la Copa, sabíamos que los jugadores iban a tener ofertas y algunos iban a salir. Es algo que no influye en absoluto», dijo.

Tampoco hay una motivación deportiva en su adiós, aunque admitió que por la dinámica que lleva el equipo (con cinco derrotas consecutivas, tres en Liga y dos en la Copa del Rey) «más vale hacer un cambio ahora que dentro de dos meses».

Espina clavada

García Sanjuán se va con la amargura de no haber podido acabar su ciclo en el Formentera, con el que tenía contrato por la presente temporada y otra más, pero sobre todo «con la espinita» de no haber completado el trabajo que se le encomendó, que no era otro que mantener al equipo en la Segunda B. Algo, eso sí, que considera que su ya exequipo conseguirá actuando todos unidos y como una piña.

«Carácter duro»

Por otra parte, reconoció que es una persona con un «carácter duro». «[Los futbolistas] me han tenido que aguantar, porque no escondo que tengo un carácter duro, pero no va más allá. Soy una persona exigente conmigo mismo y luego con los que me rodean. Que te vayas y que todos los jugadores traten de que recapacites, lo dice absolutamente todo de esta plantilla», aseguró el entrenador, que ha sido el artífice de los mejores años del Formentera, con la consecución de una Liga, un ascenso a Segunda B y dos participaciones en la Copa del Rey (con la histórica eliminación del Athletic en San Mamés en dieciseisavos de final, además de los enfrentamientos con el Sevilla y el Alavés).

Antes de responder a las preguntas de los periodistas, García Sanjuán leyó una despedida que se había preparado en un documento. Una intervención en la que el míster tuvo que contener la emoción en muchos momentos y en la que manifestó que su etapa en el Formentera son «los mejores años» de su carrera como entrenador, «con mucha diferencia con los anteriores».

Agradecimientos

Además, quiso mostrar su agradecimiento a «muchísima gente», empezando por el presidente, Xicu Ferrer, que fue el que confió en él «a ciegas para comandar la nave hace año y medio». «No me conocía de nada, tenía pocas referencias y él apostó por mí cuando quizás era lo más complicado que se podía hacer», dijo.

También agradeció el trabajo a todos los futbolistas con los que ha contado en estas últimas temporadas, así como el trato recibido por la junta directiva, la afición, su cuerpo técnico y todos los integrantes del club, además de por los medios de comunicación. Se ha sentido respetado y admirado por los seguidores, «el mayor activo del club». «Una parte de mí se queda en esta isla. Siempre seré del Formentera y de Formentera», concluyó.