Música

Sueños de Libertad de Ibiza sale a la calle en un año de transición

El festival celebró ayer su jornada final con un maratoniano programa que tardó en arrancar

La organización confía en lograr un cartel de altura y amplia su décima edición en 2025 a dos fines de semana

Josep Àngel Costa

Josep Àngel Costa

El organizador de Sueños de Libertad, Adrián Rodríguez, ya avisaba a principios de semana que esta iba a ser la edición «más humilde» del Sueños de Libertad. Sin ningún nombre de relumbrón, ha tenido que tirar de dos repetidores en su programación como cabezas de cartel. Al menos, Iseo & Dodosound y Los Vinagres, son tan efectivos como festivos y una apuesta segura para los habituales del festival.

A falta de primeras espadas del panorama nacional de años anteriores (Depedro, Iván Ferreiro, Loquillo, Amaral y un largo etcétera) o de estrellas internacionales (Orishas, Fantastic Negrito, Bomba Estéreo o Eliades Ochoa), el Sueños de Libertad, en el que colabora económicamente el Ayuntamiento de Ibiza, ha dejado de cobrar entrada este año. De hecho, la concejala de Cultura, Carmen Domínguez, también se refería esta semana a la nueva edición del festival como de «transición». Así, este nuevo formato se ha presentado como una iniciativa con voluntad urbana (en el sentido literal, no estilístico), para llevar la música a la calle y animar las plazas de Vila.

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The Young Polaks, los más jóvenes del festival. / J.A.C.

Tras un jueves y viernes de preliminares, el día estelar del festival se programó como una maratoniana jornada de diez conciertos en el paseo de Vara de Rey y cinco sesiones de Dj en la Plaza del Parque. La animación llegó, pero algo tarde. O tal vez el festival empezó demasiado temprano, aunque lo hiciera con una hora de retraso sobre la hora anunciada en las redes sociales de la organización (su Instagram indicaba las 14 horas).

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Ade Martín, cantante y líder de Shangay Baby / M.S.

El comentario generalizado en los primeros compases del evento es que el fuerte sol no invitaba a quedarse en s’Alamera. Una verdadera lástima, porque los tres conciertos iniciales, todos ellos de bandas locales, fueron soberbios.

1. Niños Raros, en plena actuación. | J.A.C. 2. Club del Río, en formato trío. | M.S.  3. The Young Polaks, los más jóvenes del festival. | J.A.C. 4. Ade Martín, cantante y líder de Shangay Baby. | M.S. 5.Los B.E.S.O.S, enfundados en sus monos con ilustraciones. | M.S. 6. Orovega. | M.S. 7. Ric Jazzbo, durante su sesión en la Plaza del Parque. | J.A.C.

Los B.E.S.O.S, enfundados en sus monos con ilustraciones. / M. S.

El Put* Ryser tuvo que lidiar con la desventaja de abrir la jornada, ante poco más de una veintena de personas, pero acabó atrayendo a bastantes turistas curiosos que paseaban por la zona. Todos ellos empezaron agazapados en las escasas sombras a los lados del paseo, pero no se resistieron a acercarse al escenario ante la vibrante mezcla de funk, soul y hip hop de la banda.

Las grandes promesas

Uno de estos turistas preguntó sorprendido por qué había dos escenarios tan cercanos, a menos de un minuto andando. Lo descubrió en seguida. Nada más finalizar la banda de Ryser, los Niños Raros empezaban a tocar en el otro extremo del paseo. Tras ellos, llegaría el turno de The New Young Polaks. Hace casi dos años que se habla con admiración y cierto paralelismo de estos dos grupos, ambos cuartetos y ya con trabajos publicados. Pese a que se encuentren en las antípodas estilísticas, ambos comparten una prometedora proyección y una insultante juventud. De ahí que, pese a que ya gozaban de un directo compacto y energético, parezca que crezcan a pasos agigantados en pocos meses.

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Ric Jazzbo, durante su sesión en la Plaza del Parque / J.A.C.

Niños Raros, de entre 20 y 22 años, ahora suenan más oscuros y duros, casi la misma evolución que experimentaron sus admirados Artic Monkeys, tan precoces en su momento como ellos. Su cantante, Guillem Llavero, enfundado en una camiseta de The Strokes, contó una entrañable anécdota a mitad de concierto: «Cuando tocábamos en el instituto y no teníamos ni nombre, fantaseábamos diciendo que un día tocaríamos en el Sueños de Libertad».

The New Young Polaks, de entre 17 y 19 años, abanderan el clasicismo rockero, como evidencian las dos versiones con que cerraron su actuación: ‘Rock and Roll’, de Led Sueños de Libertad sale a la calle en un año de transicióneppelin, y el salvajísimo crescendo con que hacen suya el ‘Gloria’ de Them (por un momento, pareció como si fueran Mc5 comandados por Jim Morrison). Los Polaks suenan más crudos y ya centran su repertorio en los temas propios, la mayoría compuestos por el que calificaron como su quinto miembro. Se trata de Joan Serra, que estudia en Londres y es hermano del guitarrista, Marc.

Niños Raros.

Niños Raros. / J.A.C.

Tras el rocoso directo de los ibicencos, llegó el turno de los granadinos Los B.E.S.O.S y su pop naíf, fresco y sin pretensiones. El público no empezó a abundar hasta que s’Alamera quedó en sombra, a partir de las siete de la tarde, con Club del Río sobre el escenario. El pop-folk preciosista y lánguido de los madrileños, que acudieron en pequeño formato, hubiera sido idóneo para dar comienzo al festival.

Orovega, con su fusión de flamenco, música árabe y sefardí puso la nota de músicas del mundo característica del festival. Ya de noche, Doctor Trapero, la otra banda local, montó la fiesta de verdad y s’Alamera se llenaba de gente y de ambiente a medida que avanzaba su actuación. Al cierre de esta edición, estaba por llegar el colofón final de la mano de Shangay Baby, Los Vinagres e Iseo & Dodosound.

A por la décima

Tras este año de transición, el objetivo de Adrián Rodríguez es recuperar un festival de envergadura para 2025, celebrando así la décima edición del Sueños de Libertad. Según explicó, su objetivo es organizar dos fines de semana de festival: uno de ellos a semejanza de este año, en las calles del casco histórico y gratuito; el otro, en el puerto, como en los grandes momentos de años pasados.

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