El motocross ibicenco regresa a las trincheras por el inicio de las obras de la futura estación depuradora de Vila en los terrenos de sa Coma. La irrupción del Grupo Sacyr para hacer acopio de materiales e iniciar los trabajos en la zona que se verá afectada ha obligado a las autoridades a cerrar el acceso al circuito provisional, donde hasta ahora entrenaban alrededor de una treintena de pilotos y medio centenar de alumnos de la Escuela de motocross. Muchos de ellos están inmersos en competiciones autonómicas, de ahí que hayan vuelto a saltar todas las alarmas en un colectivo acostumbrado, muy a su pesar, a moverse en la clandestinidad.

«El pasado miércoles vinieron a hacer mediciones y nos dijeron que teníamos que irnos de allí», explicó uno de los portavoces de los pilotos, Matías Rodríguez. El inicio de los trabajos, dependientes del Ministerio de Medio Ambiente, «pilló por sorpresa» al gabinete de Presidencia y a los servicios técnicos del Consell Insular de Ibiza, los encargados del proyecto del futuro circuito, que será presentado de manera oficial el próximo 28 de noviembre. Los pilotos pudieron ejercitarse en el trazado provisional el pasado fin de semana gracias a un acuerdo puntual con la administración insular pero, según el delegado insular de motociclismo, Pepe Cardona, la exclusión de los pilotos de sa Coma podría prolongarse «durante varios meses».

Representantes del motocross en la isla mantuvieron el pasado viernes una reunión con la jefa del gabinete de Presidencia del Consell, Patricia Abascal, quien les habría trasladado el compromiso de la institución de cumplir los plazos marcados para el nuevo circuito además de buscar una alternativa a la situación actual, junto a la empresa constructora de la depuradora, para que puedan seguir entrenando. «La propuesta con Patricia era que el circuito provisional esté en el camino de la izquierda del circuito de autocross. La gente tiene desconfianza y dudas, pero el Consell está comprometido y esperamos que en dos semanas se arregle el tema», puntualizó Agustín Ribas, responsable del Motoclub de Formentera i Ibiza.

Matías Rodríguez, por su parte, considera que en sa Coma «hay sitio de sobra para todos»: «Hemos pedido una zona donde no molestemos ni causemos problemas de seguridad, pero depende de si hay un poco de voluntad por parte de la constructora». Confía en la palabra dada por la administración insular, pero advierte la preocupación de los pilotos por que «no se encuentre una alternativa esta semana». «Desde el colectivo estamos muy organizados y si esta semana no hay una solución nos reuniremos para intentar conseguirla de la manera que sea», avanzó ayer antes de lamentar la falta de trazados reglados donde poder practicar deportes de motor en la isla: «Vayamos donde vayamos seremos perseguidos y denunciados, como ya pasó con varios pilotos en el antiguo circuito de Cap Martinet». En este sentido, Rodríguez se pregunta qué pasaría «si se eliminaran las instalaciones en deportes como el fútbol o el baloncesto y persiguieran y multaran a quienes entrenaran».

Por su parte, el delegado insular Pepe Cardona admitió que en el colectivo están «muy preocupados» ante la incertidumbre que ha generado «la empresa constructora». «No nos quejamos del Consell, con quien tenemos línea directa como nunca antes, pero son ellos los que tienen que encontrar una solución», puntualizó Cardona, quien recordó que en Ibiza hay unas 280 licencias federativas en todas las categorías de motocross, trial y enduro y «mucha gente involucrada».

En busca de alternativas

Aunque el proyecto del futuro circuito y las restricciones para acceder al trazado actual son cosa de Presidencia, el director insular de Deportes, Fernando Gómez, quiso aclarar ayer que desde el Consell se están «buscando alternativas mientras duran las obras de la depuradora».

«Entendemos que los pilotos necesitan unas mínimas condiciones para entrenar, pero tampoco debemos dispararnos en un pie y por querer entrenar y entrenar quedarnos sin circuito», advirtió en referencia a las exigencias de Medio Ambiente para respetar y recuperar el entorno.

«Para que el proyecto sea viable tenemos que demostrar que vamos a acometer actuaciones medioambientales, cuidar la zona, repoblarla y que no pasen motos ni se tire por allí material», argumentó el director de Deportes del Consell de Ibiza.