Destituido el director de la Banda Ciutat d’Eivissa debido a graves desavenencias con los músicos

El Patronato de Música de Vila prescinde de Vicente Mendoza, que solo llevaba cinco meses en el cargo

La gota que colmó el vaso fue el concierto de Semana Santa, que algunos califican de «desastroso»

El concierto de las Festes de la Terra del pasado año fue el último de Miquel Àngel Aguiló como director de la Banda Sinfònica Ciutat d’Eivissa.

El concierto de las Festes de la Terra del pasado año fue el último de Miquel Àngel Aguiló como director de la Banda Sinfònica Ciutat d’Eivissa. / Irene Vilà Capafons

Fernando de Lama

Fernando de Lama

El Patronato de Música de Ibiza ha cesado al director de la Banda Sinfònica Ciutat d’Eivissa, Vicente Mendoza, que llevaba solo cinco meses en el cargo. Así lo ha comunicado en una circular remitida a todos los músicos de la Banda y firmada por la presidenta del Patronato y concejala de Cultura del Ayuntamiento de Ibiza, Carmen Domínguez. La edil reconoció ayer que Mendoza ha sido destituido a petición de los propios músicos, que le habían enviado hace unos días un escrito en este sentido.

La decisión ha pillado por sorpresa a los ajenos al Patronato, ya que el Ayuntamiento no había hecho público el cese del anterior director, Miquel Àngel Aguiló, ni el nombramiento de Mendoza como director titular. De hecho, en la web del Ayuntamiento aún figuraba ayer Aguiló como titular, algo que el Ayuntamiento atribuyó a que no se había actualizado.

La decisión se ha producido tras varios meses de mar de fondo en el seno de la agrupación: «Después de considerar las demandas de los jefes de sección, representando a sus músicos, el director y la presidencia del Patronato de Música y teniendo en cuenta que el objetivo principal es garantizar la satisfacción de los músicos que conformáis la agrupación», dice la circular, que añade: «Pese a que agradecemos y valoramos la labor hecha por el director de la Banda, Vicente Mendoza, en los últimos meses, se ha decidido que no continuará como director».

Al parecer y según cuentan algunos de los músicos, el malestar entre ellos era evidente desde hace meses. Una banda de músicos es un grupo heterogéneo formado por profesionales, pero también aficionados veteranos, profesores y alumnos de conservatorios o escuelas de música y la actitud, que califican de «excesivamente estricta y exigente» de Mendoza no había caído muy bien.

Modernizar el repertorio

Mendoza llegaba desde otro ámbito, la gestión sanitaria, y desde el principio mantuvo diferentes reuniones con los jefes de sección, que le reclamaban que explicara mejor lo que quería hacer en los ensayos y que cambiara algunas dinámicas, además de un repertorio más moderno. La situación enrarecida llevó a que algunos de los músicos se hubieran «borrado» de los ensayos y de los últimos conciertos.

«Vaya por delante -dice Domínguez- que consideramos que Mendoza es un gran profesional y ha hecho un gran esfuerzo y le hemos dado las gracias por ello. El problema es que no ha tenido el feeling necesario con los músicos. Estoy informada del día a día en el Patronato y sabía que esa imprescindible conjunción no se había producido», aseguró Domínguez, que acudió a un símil deportivo: «Si un entrenador no logra ganarse la confianza y el apoyo de sus jugadores, el equipo no funciona». «De hecho -continuó- Mendoza era consciente de no había habido empatía con los músicos».

La gota que colmó el vaso

Según cuentan los músicos, la gota que colmó el vaso fue el último concierto, el de Semana Santa, en el que se interpretaron ‘Els Passos’ de Raymond Andres, una pieza de música contemporánea muy compleja del desaparecido compositor vinculado a Ibiza y que solo se había tocado dos veces. Los ensayos no fueron bien, cuentan, e incluso se programó un último voluntario el día anterior del recital al que no acudió ningún músico. El resultado fue malo y se llegaron a cortar algunos movimientos en los que director y músicos parecían perdidos.

«Fue un desastre», señaló ayer a este diario un aficionado que asistió al recital, aunque Domínguez no quiso hacer sangre: «Digamos que no ha sido el mejor concierto de nuestra banda y siempre queremos llegar al máximo de calidad posible».

Mendoza llegó a la BSCE en noviembre, tras el cese de Aguiló, al que se le había comunicado a principios de año que no seguiría porque su contrato, firmado en pandemia, no era prorrogable. Aún así, su último concierto al frente de la formación fue el de las Festes de la Terra, en agosto del pasado año. Aguiló reconoció ayer a Diario de Ibiza que su salida fue «abrupta» y que muchos músicos se enteraron de forma «súbita» de que se iba. Desde su adiós, afirma, no ha tenido «más contacto con el Patronato».

De momento y hasta que se nombre un nuevo director titular, algo que se tendrá que discutir ahora en el seno del Patronato, los próximos conciertos serán conducidos por directores invitados. Para el del jueves 25 de abril en Vara de Rey, que forma parte de las celebraciones del aniversario del monumento, se ha elegido al percusionista Stefano Serra, bien conocido en el Patronato y que ha obtenido el máster en dirección. El del 12 de mayo de la feria medieval ya estaba previsto de antemano que fuera dirigido por Juan Francisco Ballesteros.

«Deseamos y confiamos en que estas medidas ayuden a mejorar el funcionamiento y cohesión de la Banda. Seguiremos manteniendo una comunicación constante con el subdirector y los jefes de sección para recibir vuestras sugerencias y propuestas de mejora», concluye la circular del Patronato.

A Domínguez le gustaría que el próximo director fuera alguien de la casa: «Tenemos a gente lo suficientemente formada y que conoce bien la banda y creo que sería lo ideal», dice. Los músicos esperan que se vuelva a lograr el equilibrio que había en la agrupación con los anteriores directores, Manuel Ramon Mas y Adolfo Villalonga.

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