A Miguel Ángel García López (Palma, 1975) le gusta pasear Ibiza, fijarse en las luces y las sombras, y va tomando apuntes en un cuaderno con lápiz y ceras de colores y también fotografías. Si algo le gusta vuelve para descubrir los cambios de la luz. «Me gustan las luces del atardecer, del ocaso. Tienen unas tonalidades muy especiales», dice.
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De esos paseos nace ‘Espacios’, la muestra que inaugura este viernes en Can Tixedó Art Café de Forada, una colección de óleos con paisajes, elementos patrimoniales y cultura ibicenca, en la que busca el contraste entre los espacios exteriores e interiores, de la isla y también de la calle y el trabajo en el estudio.
En ella trabaja con sus colores habituales, los ocres, blancos y azules, además de óxidos y collages, en los que la figuración aparece desde un fondo abstracto, con un estilo y una pincelada muy reconocibles.
«Son obras que he ido trabajando en los últimos años -explica-. A las que he ido dando forma poco a poco, dándome tiempo de reflexión y trabajo». Muchas de ellas provienen de la época del confinamiento, que dedicó a pintar y a repintar hasta encontrar su forma.
La muestra que inaugura este viernes, de formatos pequeños y medios, es la antesala de otra que abrirá en primavera en el Refectori del Ayuntamiento de Vila sobre el mismo tema pero con obras más grandes «y con más peso», señala. «Esta exposición es más íntima, más recogida, más de invierno, más para la gente de la isla -señala- Las obras son diferentes, pero todas tienen el mismo sello -dice- creo que para un artista es importante que su obra se reconozca. Tengo un estilo muy académico en lo figurativo, pero siempre a mi manera. Creo que si ves un cuadro mío sabes de quién es».
‘Espacios’ estará abierta hasta el próximo 15 de marzo.