¿Cómo surge la idea de proyectar 'El rey de La Habana' en Ibiza en el marco de la exposición 'Color cubano' de Joaquim Seguí?

Conocí el libro de Joaquím Seguí 'Color cubano' y me impresionó, me gustaron mucho sus fotografías. Su trabajo me parece muy acertado, muy próximo. Tiene una manera muy natural de acercarse al mundo de los cubanos. Tuve la oportunidad de hablar con él y se lo comenté. A raíz de esta conversación trabamos amistad telefónica. Hace unos días me llamó y me habló de su exposición sobre 'Color cubano' en la sede pitiusa del Colegio de Arquitectos y me propuso venir a presentar mi película 'El rey de La Habana' allí.

¿Le parece que su mirada sobre Cuba y la de Joaquim Seguí son similares?

Pienso que sí. 'El rey de La Habana' está inspirado en un libro de Pedro Juan Gutiérrez muy enfocado en la parte más baja de la sociedad. Sus protagonistas son gentes sin voz que lo único que se plantean es la subsistencia diaria. Seguí mira también a la gente del pueblo, pero, mientras mi película es muy dramática, él retrata su realidad sin ningún drama, con esa alegría propia de los cubanos, que a veces con muy poco saben vivir muy bien.

¿El guión adaptado lo escribió con la colaboración de Pedro Juan Gutiérrez?

No. El guión lo escribí prácticamente en su totalidad estando en Cuba, donde residí varios meses. Vivía muy cerca de Pedro Juan y de vez en cuando nos reuníamos y le enseñaba el trabajo, pero él nunca quiso colaborar. Normalmente, a mí me ha ocurrido en las adaptaciones que he hecho, los escritores no quieren estar muy metidos en el proceso cinematográfico, que es muy diferente al proceso literario.

'El rey de La Habana' no es la única novela que ha llevado al cine

Porque es lo que te marcan los productores. Todas esas películas son de encargo, no nacen de mí mismo. Cuando me vinieron con el proyecto de 'El rey de La Habana' no conocía ni el libro ni nada de lo que había escrito Pedro Juan. Cuando lo leí me gustó muchísimo y enseguida dije que sí porque era un proyecto que me tocaba de cerca y me involucré enseguida. Hace mucho tiempo que abandoné los guiones propios, que los tenía, porque no había manera de sacarlos adelante.

¿Ahora mismo hay salida para esos guiones propios?

Sí. Ahora lo próximo que voy a rodar, en primavera, es sobre un guión original que he escrito con mi amigo Mario Torrecillas, guionista y dibujante de cómics. De todos modos, yo creo que un cineasta se expresa igual con ideas propias que con las de los demás.

Volviendo a 'El rey de La Habana', tengo entendido que detrás del proyecto había ido también Antonio Banderas.

Antonio Banderas y Melanie Griffith habían comprado los derechos no de 'El rey de La Habana' sino de la 'Trilogía sucia de La Habana', un libro también de Pedro Juan Gutiérrez que estaba prohibido en Cuba, pero nunca se llevó a la gran pantalla. Hubiera sido una película difícil, porque si 'El rey de La Habana' es dura, 'Trilogía sucia de La Habana' lo es mucho más.

'El Rey de La Habana' se estrenó en 2015. ¿Cree que la realidad cubana que plasma en la película sigue vigente?

Sí, Cuba todavía es un país en dificultades. Está siempre a merced de algunas oscilaciones externas. Me refiero, por ejemplo, a la historia del embargo o, hace meses, al problema del petróleo, que ha afectado a todo el transporte. Creo, de todos modos, que casi lo peor que le pasa a Cuba viene de la propia Cuba. Es verdad que existe el embargo, pero el país también tendría que pasar página y tratar de crear unas pequeñas bases de economía propia. Es muy difícil hablar sobre Cuba porque es un país que se mueve de forma muy diferente a todos los demás que nosotros conocemos.

'El rey de La Habana' no se pudo rodar en Cuba.

Estuvimos meses allí haciendo castings y buscando localizaciones y cuando el proyecto estaba muy avanzado, en el momento de la verdad, no nos dieron el visto bueno para rodar. Había dos opciones, o abandonar la película o intentarlo de otra manera y lo que hicimos fue traspasar toda la producción a República Dominicana. Santo Domingo tiene partes más o menos parecidas a La Habana y allí la rodamos. Con suerte pudimos recuperar tres de los actores principales y llevarlos a trabajar allí con nosotros.

¿Se ha llegado a estrenar allí?

No, pero en Cuba existe una cosa que se llama 'el paquete' que es un sistema medio pirata con DVDs que van circulando y se van pasando por las casas, y a través de él sé de buena tinta que la película se ha visto muchísimo.

¿Qué repercusión han tenido en su trayectoria profesional los galardones y el éxito que cosechó con 'Pa negre'?

'Pa negre' supuso un cambio en mi carrera. Hasta entonces yo era una persona que hacía un tipo de cine valorado por los muy cinéfilos, pero no tenía un acceso al gran público. El hecho de que 'Pa negre' funcionase hizo que de repente me mirasen como una persona más cercana a la industria y a partir de ahí me surgieron proyectos con más facilidad y tuve como una segunda vida en mi carrera.

Antes de director ha sido muchas otras cosas, como actor, decorador, estilista o realizador de vídeos de moda

Muchísimo. Lo mío es vocacional, con catorce años quería ser director. En aquel entonces no había escuelas de cinematografía, así que lo que hice es combinar mis estudios con trabajos dentro del cine. Me he formado dentro de los rodajes. He aprendido cine haciendo vestuario, decorados, haciendo incluso de actor y ahí es donde he aprendido mucho, esa ha sido la base de mi formación, no una escuela.

En su filmografía predominan los dramas. ¿Se atrevería con una comedia?

Es verdad que mis películas son muy fuertes, pero sí que me veo haciendo comedia. Hice una miniserie sobre Eva Perón y su relación con Carmen Polo y tenía muchos toques cómicos, me aproximé a eso y vi que funcionaba, que la gente se lo pasaba bien y ahora lo próximo que quiero hacer, que te comenté antes que quiero rodar el año que viene, es una comedia, es decir, por primera vez me enfrento a este género. Eso sí, será una comedia salvaje, un poco negra.

¿Cómo ve el panorama cinematográfico en España?

Muy bien, pero veo un exceso con las series y las plataformas digitales. La industria se ha orientado mucho al ocio y al entretenimiento más o menos divertido, pero yo añoro un poco más de creatividad, un producto que no sea tan de consumo. Echo de menos un cine más personal, que las películas tengan un poco más de alma.

¿Cuál es su proyecto soñado?

Hay un proyecto que siempre llevo dentro, en la cartera, que no acaba de salir, 'La muerte y la primavera', el libro póstumo de Mercè Rodoreda. Es una novela impresionante de la que escribí un guión. Llevo años detrás de esa película, pero hacerla tiene su complejidad y un pelín de riesgo. Espero que algún día salga.