Multitud de personas participaron ayer por la tarde en la misa solemne del Corpus Christi en la catedral y la tradicional procesión de los niños de comunión. Esta festividad (que fue el pasado jueves, pero se trasladó a ayer) coincide con el Día de la Caridad, una jornada dedicada a los más desfavorecidos que debería celebrarse los 365 días del año.

El obispo de la Diócesis de Ibiza, Vicente Juan Segura, presidió la solemne Eucaristía, en la que los fieles reciben «a Jesús mismo», explicó el Obispado de Ibiza en su página web. Los niños y niñas que celebraron este año la primera comunión tuvieron los bancos presidenciales de la catedral reservados para ellos.

Tras la ceremonia religiosa, los jóvenes acompañaron «la custodia con el Santísimo Sacramento vestidos con los mismos trajes que lucieron» en el día de su comunión y arrojaron pétalos de flores, «una expresión más de adoración y amor a la Santísima Eucaristía».

La procesión partió de la catedral y bajó por las calles de Dalt Vila hasta la parroquia de Sant Elm.

Además, como cada año, en la celebración de la festividad del Corpus Christi se organizó una colecta extraordinaria a beneficio de Cáritas Diocesana de Ibiza. El año pasado se recaudaron un total de 12.000 euros, según informaron el delegado episcopal de esta entidad, Miguel Ángel Riera; el director, Joan Marí, y el coordinador, Gustavo Gómez, en la presentación de la memoria de 2017 de esta ONG de la Iglesia, que tuvo lugar el pasado jueves, coincidiendo con el día de la Caridad y del Corpus Christi.

«Juntos lograremos que la solidaridad sea un compromiso de vida, un compromiso que lleve al cambio y la mejora de tantas personas y familias necesitadas en nuestras islas», escribió el delegado episcopal de Cáritas Diocesana de Ibiza en un artículo de opinión publicado ayer en este diario con motivo del Día de la Caridad y de la festividad del Corpus Christi.