La gira con Brit Floyd, la banda oficial de tributo a Pink Floyd, en la que lleva enrolada tres años, hará que llegue a Ibiza solo unas horas antes del concierto del próximo miércoles en el Palacio de Congresos de Santa Eulària. Esa agenda apretadísima provoca que la entrevista se desarrolle a salto de whatsapps y correos electrónicos entre Ibiza y el viaje de concierto a concierto entre Helsinki y San Petersburgo.

-¿Cómo se pasa del rock progresivo de Pink Floyd a los cálidos sonidos de la trova cubana?

-Creo que la música es una sola, y que las fronteras no existen en ella. Hay que conocer el estilo, eso sí, pero al fin y al cabo, son estados de ánimo en los que uno puede identificarse, sumergirse, para después dejarse llevar.

-¿Y del calor de Santa Clara al frío de Helsinki o San Petersburgo, donde ahora está de gira?

-En ese caso, la música sigue siendo la medicina€ En el frío, que es donde menos me gusta estar, escucho muchísima música latina, africana y flamenco, y se me pasa el frío más rápido. Cuba tiene, exceptuando los meses de verano fuerte, un clima húmedo y, de alguna forma, es como estar en Ibiza.

-¿Cómo es ´Camino a Santa Clara´, el disco que presenta en Ibiza?

-Es un proyecto que nace del amor y la admiración a la increíble dedicación a la música de la legendaria banda Los Fakires, quienes en 2014 cumplían su cincuenta aniversario de fundación. Son canciones del repertorio de la Vieja Trova Cubana, que grabamos junto a ellos y con jóvenes músicos de la nueva generación de la isla, como Maikel Elizarde, Gastón Joya o el mismo Ariel Bringuez, además de contar con colaboraciones especiales que grabamos en Madrid y Belo Horizonte como Gladston Galliza, Danays Bautista, Chema Saiz, Sara Águeda y Sergio Bienzobas. Y que no se me olviden las ibicencas de la cantautora Gina Campalans y el trompetista Pere Navarro...

En Ibiza me subiré al escenario con unos maestros de la música cubana, residentes en Madrid y creo que va a ser una noche muy muy especial€ Además, estoy muy agradecida a Inma Gil por su maravillosa organización, que ha hecho posible que llevemos ´Camino a Santa Clara´ al Palacio de Congresos de Santa Eulària.

-¿Cómo se inició esta aventura con Los Fakires, uno de los grupos más reconocidos de la música cubana?

-Soñando. La primera vez que me invitaron a cantar con ellos fue tan mágica que todos lo sentimos igual. Y planifiqué para nuestro siguiente viaje a la isla todo lo necesario para ´raptar´ a los Maestros en un estudio y grabar parte de su repertorio y de canciones que ya conocía. La familia de Ariel Bringuez, que es mi familia también, fue la que hizo posible realizar toda nuestra hoja de ruta casi al milímetro, poniendo un entusiasmo que aún me quita el aliento.

-El gran Chucho Valdés ha calificado el disco de sorprendente y ha dicho que después de escucharlo se ha dado cuenta de que la música cubana «va por muy buen camino», ¿vaya subidón, no?

-Sí. Recibir su bendición y la generosidad de sus palabras propulsó mi alegría hacia un lugar desconocido hasta entonces. Chucho es sin lugar a dudas un estandarte de la música universal, además de un creador e innovador de la música cubana y de la fusión de esta con la de otras latitudes... He tenido el honor de conocerlo en persona y de agradecerle en mi nombre y en el de Los Fakires, las palabras que nos regaló para el álbum y que han quedado impresas en él como un tesoro.

-¿Cómo fue su experiencia cantando con el grupo en sus conciertos dominicales en el Parque Vidal?

-Los domingos en el Parque Vidal son una fiesta en la que, desde hace diecisiete años, se celebra la vida y la alegría. La plaza se colma de gente de todas partes para ver, disfrutar y bailar con Los Fakires desde la primera hasta la última nota. Son medicina para las penas y para la circulación sanguínea. Y así lo fue para mí también€ Me enamoraron desde el primer instante en que los escuché, y al cantar con ellos, no cabía de emoción. Compartir además los días en el estudio y convivir con sus historias, sus bromas, sus formas genuinas de entregarse a la música y la frescura con la que la tocan a sus buenos ochentay... me cautivaron.

-Se ha confesado enamorada de Cuba, ¿qué le ha dado la isla caribeña?

-Cuba es música, es danza, es pintura, es poesía€ es cultura. Casi todo gira en torno a ella allí, y compartir con su gente, sus costumbres rebosantes de generosidad, de risa, de cariño, de tiempo para dedicarse los unos a los otros€ La posibilidad de aprender y cantar su música me ha acercado a la sensación de integrarme mejor entre ellos.

„¿De dónde le viene el amor por la música cubana?

„Probablemente la culpa primigenia la tuvo mi abuela cantándome ´Aquellos ojos verdes´€

-¿Qué ha aprendido de los músicos de la isla?

-He aprendido lecciones que se pueden aplicar a cualquier ámbito de la vida: a disfrutar más de la vida y de la música, a desprejuiciarme, a no preocuparme demasiado por lo que no está en mano de uno, y a poner todo lo que sí lo está en función del gozo de uno mismo y de los demás.

-¿Qué siente al poder enseñar todas estas experiencias a su público, el de Ibiza?

-Es como poner los contadores a cero€ Vuelvo a la emoción de cuando tenía 15 años y cantaba con el Cor Ciutat d´Eivissa. En Ibiza me recargo de energía e inspiro profundo para saltar de nuevo con más fuerza. Me enfrento a mí misma y a los sueños que tenía entonces. Reconocer sobre el escenario las caras de la gente que me vio crecer es una sensación preciosa que no sé explicar€

-Hablábamos de la gira de Brit Floyd, ¿cómo está siendo la acogida por los escenarios de todo el mundo?

-Brit Floyd tiene un público interminable y una precisión y profesionalidad en su forma de trabajar asombrosa. La agenda con ellos no deja de crecer, y en estos tres años que llevo en la banda he podido confirmar la fuerza e inmortalidad del mensaje que dejaron con su música Pink Floyd. Recibo todos los días mensajes de personas que vienen a vernos y que en los días siguientes siguen agradeciéndote tu granito de arena en el concierto€ Para mí es una bendición poder reinterpretar ´The great gig in the Sky´ cada noche, donde intento dar en cada escenario lo mejor de mí misma, a través de la música, al público.

-Y, después de Cuba y de Brit Floyd, ¿cuáles son sus próximos proyectos?

-Tengo dos proyectos en el tintero, pero aún no quiero desvelar mucho. Uno de ellos tiene sabor mediterráneo.

-¿Alguno en Ibiza?

-Si no los llevo a casa, es como si no tuviesen base de donde sujetarse.