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Cartas a la directora | Cuando la Seguridad Social no te ayuda, te castiga

Cartas a la directora | Cuando la Seguridad Social no te ayuda, te castigaVicent Mari

Sufrí un accidente de tráfico en agosto, a consecuencia del cual tuve diferentes lesiones como la amputación de un dedo de la mano, la pérdida de la funcionabilidad de la mano, así como contusiones en el brazo y pierna izquierda. Además, este accidente traumático me causó un impacto negativo tanto a nivel personal como profesional.

En ese momento estaba dada de alta en dos regímenes distintos de la Seguridad Social, dos empleos completamente diferentes; uno como hostess (dando la bienvenida a los clientes en un restaurante), y otro como encargada de un establecimiento de productos de belleza. Para el trabajo como hostess no necesitaba la mano para realizar mis funciones, sin embargo, en el otro trabajo, mis funciones estaban completamente ligadas al uso de la mano.

El 30 de agosto, tres semanas después del accidente, tuve revisión con mi médico de cabecera, quien me valoró física y psicológicamente. La mano necesitaba rehabilitación y no podía usarla a nivel funcional. Con estas lesiones, no podía volver a mi puesto de trabajo como encargada de establecimiento, pero en mi otro trabajo como hostess no necesitaba la mano para nada y era compatible con mi dolencia y mi limitación (no me perjudicaba en el tiempo de curación, es más, me ayudaba psicológicamente a resolver mi estrés postraumático). La doctora, desde su punto de vista médico, consideró que físicamente y psicológicamente volver a mi trabajo de hostess era lo idóneo, lo que me pareció correcto, ético y moral, además de mi obligación, ya que la alteración de la salud no me dejaba en una situación de incapacidad para desempeñar ese trabajo.

A mediados de diciembre me citan en inspección médica de Ibiza, donde la inspectora considera que incorporarme a uno de los puestos de trabajo y al otro no es un fraude o una ilegalidad hacia la Seguridad Social, y decide, con carácter retroactivo, cancelar mis partes de baja de los últimos tres meses para la empresa donde trabajo de encargada y darme de alta en los dos trabajos a 30 de agosto. No lee mi historial clínico, donde podía ver que la mano no era funcional, ni que comenzaba rehabilitación a mediados de septiembre, para conseguir la máxima mejoría y poder volver a mi puesto de trabajo. Argumentó y cito literalmente: «Si psicológicamente estás bien para volver al puesto de hostess, también lo estás para vender productos de maquillaje (cuando esas no son mis funciones, algo que obviamente tampoco preguntó), y apáñate con tu empresa para devolverle los tres meses que has estado ilegalmente de baja».

No utiliza la lógica, pasa por alto los informes de los especialistas, no está a favor de la inclusión y de la salud mental. ¿Qué fraude es incorporarse a un trabajo en el que sí puedes realizar tus funciones y esperar a rehabilitarte para incorporarte al otro? ¿Cuándo estos gigantes de la Seguridad Social van a molestarse en leer caso por caso la situación de cada paciente? ¿Pueden entender que recuperarse psicológicamente es tan importante como físicamente? ¿Pueden valorar que volver al trabajo como hostess fue una grandísima ayuda psicológica para desconectar del estrés postraumático? ¿Cuál es la solución según ellos, quedarme en casa sin poner de mi parte para superar lo antes posible lo sucedido?

Un paciente en un proceso de recuperación más que justificado por los especialistas no tiene por qué tener que emprender un proceso legal para justificar su dolencia, porque entonces los que deberían atendernos en los hospitales tendrían que ser jueces, no médicos.

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