Un hombre de Pensilvania ha perdido la vida tras ser aplastado por la lápida de su suegra, según informó el diario 'New York Post'. Al parecer, el fallecido se encontraba rezando frente a la tumba cuando la lápida, de 180 kilos de peso, se le vino encima.

Todo ocurrió en el cementerio de San José de la ciudad de Scranton (Pensilvania). Stephen Woytack, un jubilado de 74 años, acudió junto a su mujer a visitar la tumba de su suegra, algo que hacían a menudo. Woytack se arrodilló para rezar, mientras su esposa ataba una cruz en la lápida. En ese momento, la piedra se vino abajo aplastando al hombre.

"La mujer vino corriendo a buscarme. Cuando llegué, el hombre tenía la mitad de la lápida encima", cuenta Edward Kubilas, el cuidador del cementerio.

Una ambulancia y una patrulla de policía acudieron rápidamente al lugar de los hechos, pero nada pudieron hacer por salvar la vida de Woytack.