«Es una vergüenza, un desastre. Es realmente penoso. Con la lista de espera que hay, es horrible». Con estos calificativos el delegado en las Pitiusas del Sindicato Médico de Balears (Simebal), Carlos Rodríguez, define la situación que los profesionales del hospital Can Misses viven con el tercer cierre de quirófanos en un año (el segundo en una semana) por la aparición de un nuevo foco de moscas. Rodríguez resalta que «cirujanos y anestesistas» están «preocupados por los pacientes».

Al menos hasta el lunes los quirófanos, salvo el de urgencias y el paritorio, estarán cerrados mientras los técnicos del Ib-Salut buscan por sus propios medios, sin la participación de la concesionaria, las causas de la presencia de moscas en los quirófanos, al objeto de llegar «hasta el fondo». Un total de 47 intervenciones quirúrgicas se van a tener que reprogramar.

Rodríguez exige que, en el caso de que se detecte «un problema muy serio», se adopten medidas mientras se halla «una solución definitiva», como reabrir los antiguos quirófanos o la posibilidad de remitir pacientes a Mallorca. También considera necesario que se encargue «una auditoría externa con arquitectos, ingenieros o epidemiólogos para que evalúen la situación de forma objetiva». El representante sindical cree que el foco de las moscas se debe a «un problema estructural», al tiempo que resalta que los propios técnicos del hospital coinciden en que, en comparación con el nuevo complejo, el viejo Can Misses tenía «una calidad suprema». «No hay color entre uno y otro», dice.

Así, considera que, en su día, se cometió «un craso error» al construir el nuevo complejo hospitalario a través de una empresa concesionaria. «Es posible que no haya marcha atrás, pero las consecuencias ya las estamos pagando», resaltó el representante del sindicato médico.

Jurado contacta con Gómez

Jurado contacta con Gómez

La consellera insular de Sanidad y Bienestar Social, Lydia Jurado, coincide con Rodríguez y critica la fórmula de concesión escogida en su día para edificar el nuevo Can Misses. «Creo que es una consecuencia grave [el foco de las moscas] de estar atados de forma tan cruel en un servicio tan básico como este a una concesionaria», resaltó. De hecho, Jurado contactó ayer con la consellera balear de Sanidad, Patricia Gómez, que estaba en Menorca, para expresarle su «preocupación» por la situación y preguntarle qué «posibilidades hay de tomar cartas en el asunto y que se asuma la gestión directa» del centro hospitalario. Gómez le respondió, dijo Jurado, que se está buscando «una solución definitiva», pero no se manifestó sobre un posible rescate de la concesión.

Jurado califica la situación de «muy grave» y lamenta que pone a «los ciudadanos en una situación de precariedad y desigualdad». «Repercutirá en las listas de espera; es un fallo grandísimo y necesita una solución contundente. Estamos hartos de que se pongan parches», recalcó.

El representante del Sindicato Médico lamenta que la consellera Patricia Gómez, ayer en Menorca, no viajara a Ibiza para «dar la cara». En su lugar, el Ib-Salut envió ayer a la isla al director asistencial del Servei de Salut, Nacho García, y al subdirector asistencial de hospitales, Paco Cárceles, para mostrar «todo el apoyo» a la dirección y profesionales de Can Misses. También les acompañó personal del servicio de Ingeniería de la subdirección de Infraestructuras para evaluar la situación de los quirófanos sobre el terreno.

A través de la nota, García aseguró que es el momento de llegar «al fondo del asunto» y ofrecer una solución definitiva, al tiempo que pidió «disculpas por las molestias que se están causando».