La alianza Mar Blava, que incluye a instituciones públicas y colectivos sociales y empresariales de Ibiza, ha desmentido hoy a los científicos del proyecto Medsalt-2, que aseguran que sólo buscan realizar un estudio técnico sobre los depósitos salinos del Mar Mediterráneo. Los dirigentes de esta plataforma han desvelado que el propio memorándum que tiene colgada en su web la empresa promotora admite que "los usuarios finales del proyecto incluyen a empresas de gas y petróleo". También afirma este documento que "empresas de gas y petróleo han expresado su interés en la acción", por lo que el portavoz de Mar Blava, Carlos Bravo, dijo que este proyecto "es la antesala de la explotación petrolífera de la zona".

En una rueda de prensa ofrecida por técnicos de los ayuntamientos y el Consell de Ibiza, junto con dirigentes empresariales y colectivos ecologistas, el biólogo del Consell Jaume Estarellas ha desgranado con detalle los daños que los cañonazos de sonido previstos por Medsalt-2 provocarán a numerosas especies de gran valor ecológico y que se encuentran en "situación crítica". Entre otros, citó al rorcual común o al cachalote, que basan su reproducción y su existencia en ultrasonidos. La tortuga marina, el virot, el atún rojo o los propios bosques de gorgonias se sitúan justamente en la zona delimitada por la empresa para hacer sus prospecciones acústicas. Los ruidos que provocarían pueden llegar a matar directamente a estos animales.

Mar Blava ha desautorizado también las medidas correctoras previstas, al ser "totalmente inútiles e ineficaces", ha señalado Estarellas. Por ejemplo, alejar un kilómetros los cañonazos sónicos "no sirve para nada porque esta acción tiene impacto incluso a 300 kilómetros", ha manifestado. Todas las medidas anunciadas para atenuar los daños a los cetáceos y otras especies "son irrisorias".

Carlos Bravo, por su parte, ha pedido a PP y Ciudadanos que dejen de vetar en el Congreso de los Diputados la propuesta de ley enviada desde Baleares para prohibir cualquier tipo de sondeo petrolífero en el mar de las islas. Mar Blava ha reclamado a todos los partidos, pero especialmente a Ciudadanos ("que tiene la llave de la situación") que abandonen su veto, aprovechando que recientemente el Tribunal Constitucional lo ha declarado ilegal.

También han instado a toda la población a firmar las alegaciones que se están recogiendo masivamente para enviar al Gobierno y de las cuales ya se han presentado unas 550 desde Ibiza.