La familia de Santiago Garrido, que falleció el día de Navidad con tan sólo 23 años de edad tras recibir un botellazo en la cabeza a manos, presuntamente, de otro joven que se encuentra en prisión provisional, quiere que el acusado «sea juzgado por asesinato» y que, en consecuencia, el caso lo dirima un tribunal popular.

La abogada de la familia, Ascensión Joaniquet, informó ayer de que incoará la causa a través de la Ley del Jurado, ya que considera que lo sucedido fue un asesinato. Además, Joaniquet ha recurrido ante la Audiencia Provincial la libertad provisional del segundo detenido por la muerte de Garrido. El próximo martes por la mañana se celebrará en Palma una vista pública en la que los magistrados decidirán acerca del recurso de la acusación particular. En este sentido, la semana pasada la familia del joven fallecido emprendió a través de change.org una recogida de firmas para pedir el encarcelamiento provisional del segundo detenido. La letrada también informó ayer de que la familia se va a personar en la causa contra las dos chicas menores de edad que, presuntamente, se encontraban con los dos jóvenes detenidos por la muerte de Garrido. Por este motivo ambas fueron arrestadas y puestas a disposición de la Fiscalía de Menores de Balears.

«No estoy de acuerdo con la justicia, es una vergüenza, es como tirar a la basura todo el trabajo de la Policía, así que he pedido a mi abogada que recurra la decisión del juzgado de guardia», criticó el padre de la víctima poco después de que se decretara la libertad provisional del segundo detenido. Los agentes de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la Policía Nacional de Ibiza detuvieron a tres jóvenes. Uno de ellos quedó en libertad tras declarar en comisaría, mientras que los otros dos, de unos 21 años y nacionalidad colombiana, fueron puestos por la mañana a disposición judicial el 11 de febrero. Uno de ellos quedó en libertad con cargos con la obligación de presentarse en el juzgado cada lunes, mientras que el otro, presunto autor material del homicidio y cabecilla de la banda latina que se hace llamar 'Los Guasones' y de la que, supuestamente, forman parte los sospechosos, fue enviado al centro penitenciario con carácter provisional, y sin posibilidad de fianza.

Una parte del sumario sobre este caso se encuentra bajo secreto judicial, por lo que aún no ha trascendido el relato de lo ocurrido en la madrugada del día de Navidad en el paseo de ses Figueretes, en Vila. El padre del joven Santiago Garrido explicó que su hijo se cruzó en este lugar con cuatro de los presuntos miembros de 'Los Guasones', dos chicos colombianos y dos chicas -las menores de edad, que son de nacionalidad española- y que le asaltaron, al parecer con la intención de robarle el teléfono móvil.Golpe en la cabeza

Finalmente, uno de ellos dio un golpe a Garrido en la cabeza con una botella, según explicó el padre de la víctima. El joven se fue a su casa y por la mañana ya había fallecido. En la autopsia, que se realizó en el Instituto de Medicina Legal de Ibiza, los forenses hallaron signos de violencia que se consideraron compatibles con la causa del fallecimiento.

De esta forma los agentes de la UDEV iniciaron una investigación que rápidamente les condujo hasta los sospechosos, a los que sometieron a vigilancia durante varias semanas.

Los arrestaron el 9 de marzo, cuando los agentes ya habían recopilado pruebas que se consideraron suficientes para llevar a cabo las detenciones.

El padre de la víctima explicó que, a través de una aplicación informática, siguieron el rastro del teléfono móvil robado a su hijo. La persona que llevaba el smartphone de Garrido lo apagó en Ca n'Escandell nueve minutos después de la agresión y no volvió a ser encendido hasta la semana pasada, un mes y medio después del suceso. El teléfono se puso en marcha en la ciudad de Barcelona, por lo que los agentes de la UDEV pidieron al Grupo II de Crimen Organizado de la Brigada provincial de policía judicial de Barcelona que buscaran a la persona que lo tenía. Una vez localizada, esta persona proporcionó a los investigadores datos que permitieron relacionar el teléfono con una persona residente en Ibiza que se dedica a las reparaciones de dispositivos móviles. Tras localizar a esta persona en Vila, los agentes de la UDEV situaron el origen del teléfono móvil en un grupo de jóvenes que se dedican a robos de todo tipo de dispositivos electrónicos, informó la Policía Nacional en un comunicado al día siguiente de realizar las detenciones

Gracias a esta información, los agentes consiguieron comprobar que los datos aportados por la persona que envió el teléfono a la capital catalana coincidían con los que tenían de la organización juvenil a la que estaban vigilando en Ibiza, por lo que se procedió a la detención de tres de los componentes del grupo.

La Policía Nacional también explicó que estos jóvenes están integrados en un grupo organizado radicado en la ciudad de Ibiza, en concreto una banda formada por personas de origen latinoamericano, los conocidos como 'Los Guasones'.

Los agentes también comprobaron que entre los miembros de este grupo existen «diferentes rangos jerárquicos con tareas bien definidas». Y de hecho, los agentes averiguaron que para acceder a la banda los más veteranos exigen a los nuevos miembros que realicen diversos ritos de iniciación.