El islote de s'Espalmador, una joya natural engastada en la zona marítima de Formentera del Parque Natural de ses Salines, está a un solo paso de cambiar de dueños y las administraciones ya se han resignado a que esto suceda sin hacer efectiva su compra. Los hermanos Norman y Rosy Cinnamond Planas han llegado al parecer a un acuerdo con un empresario belga para la venta del islote por alrededor de 18 millones de euros.

Pero antes de dar este paso, estaban obligados por ley a comunicar la operación al Govern y el Consell de Formentera, que tienen derecho de tanto y retracto, tal y como contempla la Ley 5/2005 de 26 de mayo para la conservación de los espacios de relevancia ambiental (LECO), que dice, literalmente: «La declaración de un espacio natural protegido supone la facultad de la administración competente para el ejercicio de los derechos de tanteo y retracto en las transmisiones onerosas de terrenos ubicados en su ámbito territorial».

Los propietarios, en esta comunicación realizada en diciembre pasado, emplazaban a las dos administraciones a hacer efectivo su derecho de tanteo antes del pasado 28 de febrero para frustrar la venta y hacer efectiva la adquisición de s'Espalmador, que de esta manera pasaría a manos públicas, como deseaban desde el principio.

Vía libre a la venta

Pero el plazo ha vencido y ni el Govern ni el Consell han movido ficha, por lo que la venta ya no tiene obstáculos para llevarse a cabo.

Así lo confirmaron ayer la vicepresidenta y consellera de Presidencia del Govern, Pilar Costa, y el presidente de Formentera, Jaume Ferrer, que matizaron que, pese a que finalmente no lo adquieran, el islote goza de protección suficiente como para no temer agresiones por parte de futuros propietarios.

Costa recordó que tanto el Ejecutivo regional como el insular siempre han estado interesados en adquirir s'Espalmador. Ferrer confirmó este extremo, pero matiza que en el caso de Formentera, «era imposible por nuestro presupuesto».

La solución pasaba entonces por un acuerdo entre administraciones y desde Palma decidieron incluir en la posible operación al Gobierno central y a la Unión Europea. «Al principio no nos dijeron que no, pero ha ido pasando el tiempo y no han respondido», señaló Costa con respecto a Madrid, antes de reiterar que el coste (en octubre de 2015 salió a la venta por 24 millones pero lo ofrecían a las administraciones por 18 millones) «es demasiado alto» para las arcas autonómicas.

Dos comunicaciones a Madrid

La vicepresidenta balear explicó ayer que enviaron dos comunicaciones al gabinete de la vicepresidenta y ministra de la Presidencia, Soraya Sáenz de Santamaría, en julio y el 28 de diciembre de 2017, detallando las intenciones de venta que los hermanos Cinnamond Planas les habían trasladado. Y remarcando: «Dado que la adquisición de esta propiedad es del interés de todas las administraciones (insular, autonómica y nacional), reiteramos la solicitud de una respuesta urgente que permita llevar a cabo una oferta firme con la finalidad de conseguir que s'Espalmador sea un bien público y garantizar así su efectiva protección, preservación y uso».

La última carta está fechada el 28 de febrero, justo cuando vencía el plazo dado por la propiedad a las administraciones y dos meses después de la última comunicación del Govern al Ministerio de Presidencia.

En todas ellas, el Govern enfatiza «el gran interés en esta isla» tanto por su parte como por la del Consell, con el objetivo de «garantizar su conservación y protección» y «para ponerla a disposición de los ciudadanos».

Esta diario intentó ayer sin éxito recabar la opinión de los propietarios o de sus representantes legales.