La Unidad de Hospitalización a Domicilio del Área de Salud de Ibiza y Formentera registró el año pasado un total de 449 ingresos, según la memoria de 2017 de este servicio. Esto significó 6.695 estancias hospitalarias fuera de las instalaciones sanitarias. La gerencia destaca que esto hubiera supuesto tener ocupadas 18 camas de agudos del Hospital Can Misses durante todo el año.

Esta unidad, que se puso en funcionamiento en agosto del año 2000, permite que algunos pacientes puedan estar hospitalizados en su casa en vez de en el hospital. Los usuarios tienen que cumplir una serie de requisitos, entre los que destacan que su estado sea muy estable y que cuenten siempre con alguien a su lado.

Todos ellos reciben de forma regular la visita de los médicos o el personal de enfermería (en muchos casos se les hace una visita diaria) para controlar su estado y administrar determinados medicamentos. Se les lleva todo el material y los fármacos que necesitan y, además, en el caso de que sea necesario, se instala en su hogar una toma de oxígeno.

Estancia «alta»

La estancia media de cada uno de estos pacientes en la UHD es de quince días, según detalla la memoria de la unidad. Desde la gerencia reconocen que se trata de una estancia media «alta», pero justifica que esto se debe a que la mayoría de los pacientes ingresados en sus casas son derivados de Cirugía, por lo que tienen que someterse a curas de larga duración. También se hacen cargo de muchos pacientes con pie diabético que necesitan curas constantes así como, en invierno, de personas mayores con problemas respiratorios o con Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC).

Uno de los principales objetivos de ofrecerle a un paciente la hospitalización a domicilio es protegerle de las infecciones nicosomiales, las que se contraen en el ámbito hospitalario. Además, en la mayoría de los casos, estar en casa supone una tranquilidad para el paciente y, a pesar de que siempre tiene que haber alguien con él, facilita la organización familiar, ya que se evitan las visitas constantes al hospital. Además, esto supone un ahorro para la sanidad, ya que el coste de una cama de agudos en el hospital es mucho más elevado que la hospitalización a domicilio, especialmente cuando estos pacientes no necesitan una cama de agudos, indican.

En estos momentos, la UHD está formada por tres médicos, cinco diplomados en Enfermería y una auxiliar que comparten con la Unidad de Cuidados Paliativos.

El último de los equipos (un médico y un diplomado en Enfermería) se incorporó a principios del mes de febrero para, en un principio, asumir el aumento de ingresos que se registra en estas fechas por los casos de gripe y las descompensaciones de los pacientes con enfermedades crónicas. Finalmente, sin embargo, este equipo se quedará fijo en la unidad, que aumenta así las 20 camas que podía atender hasta ahora, a 30.

Para desplazarse por la isla los equipos cuentan con cuatro vehículos propios. Cada uno de ellos realiza de media entre 30 y 50 kilómetros diarios, en función de la ubicación de las viviendas de los pacientes, muchas de ellas casas de campo, explican. De momento, en Formentera no hay UHD debido, principalmente, a que la ocupación del hospital no suele ser alta y a que las distancias hasta él en la isla son pequeñas. Además, explican los responsables de la unidad, no hay demanda. En alguna ocasión, sin embargo, han atendido a pacientes de Formentera en casas de sus familiares, que estaban en Ibiza.