Balears y Canarias van a ir de la mano a la hora de reclamar ante el Gobierno central el reconocimiento de las enfermedades profesionales y la jubilación anticipada en el sector de la hostelería, unas medidas que tendrían como beneficiario a medio millón de trabajadores de ambos archipiélagos y que cuentan además con el apoyo de los empresarios hoteleros y de los sindicatos, según se puso en evidencia ayer en las reuniones mantenidas por representantes de todas las partes.

El conseller balear de Trabajo, Iago Negueruela, y la consejera canaria de Empleo, Cristina Valido, expusieron este acuerdo entre Administraciones autonómicas durante las reuniones celebradas ayer en Palma con los representantes de cadenas hoteleras como Iberostar, Meliá, Riu, Barceló, THB, Hipotels, Piñero y Alua, en primera instancia, y en segundo lugar con la federación hotelera de Mallorca y los sindicatos UGT y CCOO.

El objetivo es mejorar la calidad del empleo para el medio millón de trabajadores antes señalados (unos 150.000 en Balears y alrededor de 350.000 en Canarias), aunque se puso de relieve que los beneficios de las medidas propuestas llegarán a la totalidad de los empleados del sector en el conjunto del país.

Tanto Negueruela como Valido subrayaron que la primera reivindicación que se dirige a la ministra de Empleo, Fátima Báñez, es que convoque de una vez la reunión de la mesa anunciada en noviembre del pasado año entre representantes del Estado y de las comunidades autónomas para abordar estas cuestiones.

Pero en segundo lugar, se señaló que el gran objetivo que se marca es el reconocimiento como enfermedades profesionales en la hostelería de una quincena de dolencias que ya están contempladas en otros sectores. Eso supone que además de poder diagnosticarlas y fijar el tratamiento adecuado, el trabajador obtiene como ventaja el mantener la totalidad de su sueldo sin los recortes que se aplica en el caso de enfermedad común, entre otras.

Este objetivo es el que ambas comunidades plantean a más corto plazo, por cuanto se puede lograr con una simple modificación de un real decreto en el caso de que exista voluntad política por parte del Gobierno central de sacarlo adelante.

Aunque se subrayó que el reconocimiento de esas enfermedades y su tratamiento puede ayudar a prolongar la vida laboral de los empleados del sector, el segundo frente que se quiere abrir es contemplar la jubilación anticipada en la hostelería precisamente por el deterioro físico que muchas veces se registra entre estos trabajadores.