El mismo pleno que dio el visto bueno inicial a la norma que reducirá los ruidos en el West End sirvió para aprobar, también con carácter inicial, la nueva ordenanza que obliga a todos los locales turísticos con un aforo superior a las 200 personas a instalar sistemas automáticos para contar personas y controlar así la cabida del local en cada momento. El objeto de esta medida, que ya ha sido aprobada en el municipio de Sant Josep, es «evitar que se sobrepasen los aforos, lo cual puede tener consecuencias gravísimas, como se vio en el caso del Madrid Arena», señaló la concejala de Gobernación, Aída Alcaraz.

El equipo de gobierno anunció en el transcurso del pleno que el plazo de un año que había previsto inicialmente para implantar estos sistemas automáticos queda reducido a tres meses, al objeto de garantizar que el control de aforos entre en vigor este mismo verano.

El Partido Popular acogió este cambio imprevisto con descontento. «Siguen poniendo más trabas. Si han visto que no tenían tiempo para implantar la ordenanza este verano, haber empezado antes a elaborarla», señaló el concejal de la oposición Marcos Serra, que lamentó que sean los empresarios los que «vayan a sufrir las consecuencias».

«Tres meses es un plazo más que suficiente», replicó la concejala de Gobernación, que añadió que «no hace falta ninguna obra de ingeniería» para instalar estos contadores.

«Es un simple corta y pega de la norma que ha hecho el Ayuntamiento de Sant Josep», añadió Serra.

También dijo que la ordenanza será de aplicación también en muchos hoteles, porque «hay pocos que impidan la entrada de clientes procedentes del exterior».

El pleno de ayer aprobó también definitivamente los presupuestos de la Corporación para el próximo año, una vez que el concejal de Hacienda, Fran Tienda, comunicara que de las seis alegaciones presentadas por el PP no se ha aceptado ninguna.