La mayoría de los médicos del Área de Salud de Ibiza y Formentera se oponen a que el catalán sea un requisito para acceder a una plaza. «Hasta un 80 % consideran que debe ser un mérito», afirma el portavoz en las Pitiusas del Sindicato Médico de Balears (Simebal), quien, sin embargo, considera que este colectivo debe ser capaz de entender en catalán a los pacientes que así lo requieran. Rodríguez, médico de familia, destaca que en las Pitiusas hay personas mayores que apenas hablan castellano y a las que es importante entender.

Por esto, el portavoz del sindicato defiende que el Govern debe «buscar otros métodos» para conseguir que los profesionales tengan el nivel necesario de catalán: «Que sea un mérito, que los médicos se comprometan a aprenderlo y organizar cursos en horario laboral». Rodríguez asegura que en estos momentos en el área sanitaria hay profesionales «enfadadísimos» por la posibilidad de que el catalán sea un requisito.

«Lo que importa es que la atención sanitaria sea de calidad y defienden que saben de medicina», comenta Rodríguez, que lamenta que la lengua, «que sirve para entenderse, en este caso parece que lo que hace es todo lo contrario».

El portavoz en las Pitiüses del Simebal, sindicato que ayer se levantó de la mesa sectorial precisamente por las diferencias con el Govern por este tema, destaca que otra de las dudas que tienen los médicos es que la exigencia del nivel B2 de catalán para presentarse a unas oposiciones varíe en cuanto cambie el equipo de gobierno.

«Hay que buscar la forma de trasladar a estos profesionales que el catalán es nuestra lengua y que la amamos, pero la imposición de conocerla para acceder a una plaza no es la manera», insiste Rodríguez, que reconoce que más de uno de los médicos que se muestran contrarios a que el catalán sea un requisito consideran que Ibiza es España y que con el castellano tienen suficiente. De la misma manera, confiesa que tiene la sensación de que, en algunos casos, detrás de la oposición a la propuesta del Govern está no sólo el desconocimiento de la lengua, sino también prejuicios y la politización de la lengua. «Lo que no puede pasar nunca es que una persona no pueda expresarse en su lengua en la consulta», apunta el portavoz del sindicato, que confía en que el Govern recapacite y considere un mérito el catalán.

Explica que en el Hospital Can Misses uno de los servicios en los que hay más preocupación es en Anestesia, ya que varios de ellos están pendientes de presentarse a las oposiciones y son castellanoparlantes. Recuerda, además, que se trata de un servicio en el que en los últimos años ha habido muchos problemas para completar la plantilla. «Imaginemos que la mayoría de ellos se marchan porque no tienen el B2 de catalán», alerta.

El portavoz del Simebal en las Pitiüses considera que una buena opción sería que el conocimiento del catalán únicamente se tenga en cuenta cuando el número de profesionales opositores sea mayor que el de plazas ofertadas. Además, insiste, luego el Govern debería dar facilidades a los médicos y ofrecerles cursos de catalán «dentro de su horario laboral». Rodríguez destaca que los médicos están capacitados para aprender esta lengua y que, con «dos años de moratoria» para aprobar el nivel B2, sería suficiente.

El representante sindical hace hincapié en las dificultades del área de salud para encontrar profesionales sanitarios para algunos servicios, por lo que considera que hay que conseguir que las Pitiusas sean un destino «atractivo», algo a lo que no ayuda exigir el catalán.