Médicos y enfermeras deberán acreditar el nivel B2 de catalán para poder trabajar en la sanidad pública balear. El borrador de decreto elaborado por las conselleries de Salud y de Cultura, Participación y Deportes, que desarrolla la Ley 4/2016, que regula la capacitación lingüística de los profesionales del Servei de Salut, establece que el conocimiento del catalán es un requisito para todo el personal del Ib-Salut.

No obstante, el Servei de Salut y la dirección general de Política Lingüística han acordado que en las convocatorias de categorías sanitarias en las que haya carencia de profesionales, quienes no hayan podido acreditar el nivel de catalán exigido serán admitidas en la convocatoria siempre que el número de plazas ofertadas sea superior al número de participantes.

En estos casos, se ofrecerá un plazo de dos años a estas personas para acreditarlo desde el momento en que tomen posesión de la plaza. En cualquier caso, esta situación afectará únicamente a categorías asistenciales que sean deficitarias y que previamente así se haya reconocido por medio de un informe justificativo del Ib-Salut.

El Ib-Salut respeta así el derecho de todos los ciudadanos de las Illes Balears a ser atendidos en las dos lenguas oficiales de esta comunidad. Para garantizar este derecho, ha creado recientemente el servicio de Planificación Lingüística, que fomentará la formación y el aprendizaje del catalán entre los profesionales sanitarios, promoverá la normalización lingüística en los centros sanitarios y estudiará las demandas de los usuarios en esta materia.

Alegaciones, el viernes

Ayer se presentó el borrador de este decreto a la comisión técnica de la mesa sectorial de Sanidad y el próximo viernes se presentará en mesa sectorial para que lo apruebe. Algunos de los sindicatos asistentes a la reunión de ayer lamentaron que la Administración tan solo les dé dos días para presentar alegaciones al borrador, por lo que anticipan que no se aceptará ninguna modificación al documento.

Posteriormente, se enviará por la vía de urgencia al Consell Consultiu, paso previo para que finalmente pueda aprobarlo el Consell de Govern en los próximos meses. El borrador se adecúa a lo que prevén en materia lingüística los acuerdos de gobernabilidad suscritos entre los partidos que apoyan al Govern de esta comunidad.

Una resolución firmada por el director general del IB-Salut, Juli Fuster, a finales de julio eximía del conocimiento del catalán a médicos y enfermeras, medida que desató las iras de Més y, a la postre, obligó al Ib-Salut a dar marcha atrás y a consensuar el borrador.

Impuesto por Més

Entre las primeras reacciones, el presidente del Sindicato Médico, Miguel Lázaro, calificó la comisión técnica de «paripé» y advirtió de que este decreto no facilitará la captación y la fidelización de médicos y aseguró que ha prevalecido el interés político sobre el interés sanitario y asistencial. «Tendremos una sanidad intervenida por un comité de filólogos», ironizó.

El líder del Sindicato de Enfermería, Jorge Tera, recordó que en la bolsa de enfermería hay más de 3.500 candidatos que no podrán opositar por no tener el título de catalán. Sólo el Sindicato de Auxiliares de Enfermería se congratuló de que el decreto trate a todos los trabajadores sanitarios por igual.