Las discotecas Privilege y Es Paradís han presentado una querella en el juzgado de guardia contra los alcaldes de Sant Antoni, Josep Tur, y de Sant Josep, Josep Marí Ribas, a los que acusan de «permitir e incluso alentar con su actitud la eclosión y mantenimiento de una nueva oferta de ocio (hoteles-discoteca, beach-clubs...) atractiva para un determinado público objetivo porque permite disfrutar de la música a elevado volumen a todas horas del día y en espacios abiertos e, incluso, de dominio público». La querella considera que esta actuación supone una «dejación intencionada de promover la persecución de los delitos de que tengan noticia», tipificada en el artículo 408 del Código Penal.

Los representantes de Privilege y Es Paradís entienden que «un alcalde ha de saber qué ocurre en su municipio cuando ello es público y notorio y, para más inri, se oye prácticamente en todo el territorio municipal». Según se indica en la querella, que aporta informes sonométricos y de un detective privado centrados exclusivamente en Ushuaïa de Platja d´en Bossa, «los alcaldes contra los que se dirige la acción han sido requeridos para hacer cumplir la normativa, incluidas sus propias ordenanzas municipales, en materia de contaminación acústica».

La denuncia alude únicamente a cuatro locales concretos, el Ushuaïa y el Blue Marlin, de Sant Josep, y el Ibiza Rocks y el Ocean Beach, de Sant Antoni, y pide que se practique en todos ellos un reconocimiento judicial.

Privilege y Es Paradís anuncian que aportarán un estudio económico de «las pérdidas» que han sufrido ambas por la supuesta tolerancia de los alcaldes querellados respecto a otros establecimientos.