La conselleria de Medio Ambiente, Agricultura y Pesca empieza hoy la retirada de las cabras desde Vedrà, una amenaza para las especies endémicas del islote. Se trata de una medida de gestión para cumplir los objetivos de conservación que los planes anuales de las reservas naturales des Vedrà, es Vedranell y los islotes de Ponent recogen desde hace más de diez años, según ha informado el Govern en un comunicado.

"Actualmente hay entre 37 y 45 cabras, que se eliminarán en dos o tres días", han informado. Los cuerpos se tendrán que dejar en el islote, ya que los animales se encuentran sin revisión sanitaria, por lo cual, si fueran rescatados, tendrían que estar en cuarentena y no se ha encontrado ningún lugar apropiado para hacerlo.

De hecho, los ganaderos que se interesaron por la posible adopción tampoco no han podido disponer de los medios para sacar adelante la iniciativa.

Además, el traslado de las cabras representaría un riesgo para los técnicos que lo tendrían que llevar a cabo, dado que no hay espacio para desembarcar ni para atracar embarcaciones grandes que puedan cargar los animales.

La actuación, la llevarán a cabo la Unidad de Control de Fauna del Consorcio para la Recuperación de la Fauna de las Islas Baleares (COFIB) y personal del Instituto Balear de la Natura (IBANAT). La medida cuenta con el apoyo del Consell de Ibiza y de científicos y agentes sociales como el GEN-GOB y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), que identifica las cabras como la principal amenaza para las plantas, y las incluye en la lista de las cien especies invasoras del mundo.

Asimismo, se ha pedido a los ciudadanos que durante los días en que esta operación se lleve a cabo no se acerquen al islote por seguridad y para no entorpecer la tarea de los profesionales.

Especies endémicas

El islote des Vedrà, con una superficie de 62,94 hectáreas, es uno de los espacios de más relevancia botánica de las Pitiusas y Baleares. En su reducida superficie se han descrito 166 especies de plantas, 12 de las cuales endémicas y 11 de gran interés florístic y biogeográfico.

La afectación que causan las cabras en la vegetación es sobre todo en las savinas, que, en el islote, alcanzan dimensiones espectaculares. Algunos de estos ejemplares ya han muerto a causa de los herbívoros, señalan.

Como endemismo único está la manzanilla des Vedrà (Santolina chamaecyparissus ssp. Vedranensis), que es una subespecie que no crece en ningún otro lugar del mundo. Otros endemismos insulares presentes en es Vedrà son Teucrium cossonii ssp. Punicum, que vive únicamente en los Amunts y en el islote, Asperula paui o Biscutella ebusitana.

Por eso, la operación se llevará a cabo con todo el cuidado posible para los ecosistemas, con un control de las especies botánicas antes y después de la actuación, con la finalidad de registrar la recuperación del sistema.

Desde el año 1997, antes de la declaración de las reservas naturales desde Vedrà y se Vedranell (2002), la Administración ha llevado a cabo varias actuaciones para resolver los problemas de conservación de especies que genera la presencia de cabras, ha recordado.

Introducción de las cabras

Se desconoce el momento exacto en que los animales fueron introducidos en el islote. Los propietarios afirman que se trata de un hecho ancestral. Ahora bien, entre el final de los años setenta y el principio de los años ochenta, después de unos años de población reducida, las cabras desaparecieron de manera natural.

En el año 1992, después de casi veinte años de ausencia, fueron reintroducidas por los propietarios. Se liberaron doce cabras y se llevaron a término una serie de mejoras para la supervivencia de estos ejemplares.Sólo cinco años después se contabilizaban entre 40 y 50 ejemplares de cabras, y en 1999 la población se estimaba en una cincuentena, una situación que aumentó la erosión del espacio, según las aportaciones del botánico Néstor Torres.

En los años 1997 y 1998, los agentes de Medio Ambiente, antes guardas forestales, levantaron actas sobre los efectos nocivos de la presencia de cabras. En el año 2002, la Dirección General de Biodiversidad requirió a los propietarios que retiraran las cabras. Un año después, el equipo de gestión de la Reserva encargó un estudio corológico sobre la flora vascular endémica de los islotes del Parque Natural al botánico Joan Rita, de la Universidad de las Islas Baleares. Este estudio, que compara la vegetación de la isla antes y después de la presencia de las cabras, alerta sobre la gravedad del estado de conservación de la vegetación y sobre los graves problemas de erosión.

El equipo de gestión comunicó la gravedad de la situación a la Dirección General. Así, en mayo de 2007, los agentes de Medio Ambiente alertaron de nuevo del grave problema de conservación con respecto a la flora endémica y singular des Vedrà. El 2 de junio de 2010, el personal técnico del Servicio de Caza y Protección de Especies visitó el islote para determinar la abundancia de la población de cabras, que era de 0,56 ind./ha, cantidad que consideró muy elevada para un islote con problemas de erosión y con presencia de especies endémicas, por lo cual recomendó la aplicación de descastes o extracciones en vivo.

El 23 de octubre de 2014, el Servicio de Protección de Especies elaboró un informe sobre el estado de conservación de la vegetación des Vedrà. El informe concluye que se constata que el estado de conservación de la vegetación es muy deficiente, con una afectación clara y grave sobre las especies endémicas y protegidas o catalogadas. Este problema de depredación afecta también a la flora arbórea, de acebuches, sabinas y pinos. También constata los problemas de erosión, descompactación y nitrificación de los suelos y el mal estado de la vegetación, que puede afectar a las poblaciones de lagartijas endémicas y el hábitat de nidificación de aves marinas.

A raíz de toda esta información, en 2014 se intentó llegar a un acuerdo entre los propietarios y el Govern, que finalmente no fue posible. Posteriormente, entre en octubre y en diciembre del año pasado, la Dirección General de Espacios Naturales y Biodiversidad preguntó por escrito a los propietarios del islote si las cabras eran de su propiedad. Atendido que la respuesta fue negativa, y que además se trata de especies invasoras, la Comunidad Autónoma se hará cargo de los animales, de manera subsidiaria.