Un agente del Cuerpo Nacional de Policía apareció muerto ayer en un baño del aeropuerto de Ibiza con un disparo en la cabeza. Aunque no hubo testigos y las circunstancias del caso están siendo investigadas, todo indica que se quitó la vida con su arma reglamentaria.

El agente, de unos 30 años, llevaba poco tiempo en el cuerpo y estaba destinado en el aeropuerto. Al parecer, había estado de baja una semana pero ayer por la mañana se incorporó de nuevo al trabajo.

El suceso se produjo en un baño situado junto a la comisaría de la terminal aeroportuaria que en esta época del año suele permanecer cerrado.