A las doce del mediodía de ayer el hospital Can Misses atendió a su primer paciente de radioterapia: Jorge Sánchez, colombiano residente en Ibiza que tiene un linfoma de Hodgkin. Cuando la máquina se apagó, todo el personal presente en la sala de control irrumpió en un sonoro y emocionado aplauso. Media hora más tarde atendía al segundo: Joan Mayans, de Formentera, con un tumor axilar. A ellos dos se sumarán el próximo lunes más enfermos, y así cada lunes.

En estos momentos el servicio de Radioterapia atiende ya a una treintena de usuarios y todos ellos, excepto Jorge y Joan que ya han comenzado el tratamiento, se encuentran en las fases previas (simulación de TAC, planificación de las sesiones...) según explicó el oncólogo radioterápico del servicio, Berto Noé, una vez que los dos primeros pacientes habían recibido su primera sesión.

«Se abre una nueva etapa para la sociedad pitiusa», afirmó el gerente del Área de Salud de Ibiza y Formentera, Josep Balanzat, que estuvo en la sala de control durante el primer tratamiento. Balanzat destacó que el servicio, que se empezó a reclamar en 2007 y que se ha puesto en marcha gracias a la presión popular, atenderá a alrededor de 230 pacientes durante este primer año: «Después de tanta espera y tanta lucha estoy muy contento». Balanzat recordó que estos más de 200 enfermos y sus familiares no tendrán que desplazarse fuera de la isla para tratarse: «Pensemos que el paciente está en el servicio unos 15 minutos por sesión y para eso tiene que pasar un mes o un mes y medio en Palma sin hacer nada, lejos de su familia, con la angustia que eso supone».

Radioterapia paliativa

El gerente destacó que la puesta en marcha del servicio beneficiará especialmente a los pacientes que deben recibir radioterapia paliativa, muchos de los cuales renunciaban al tratamiento porque no querían pasar parte de sus últimas semanas lejos de su familia o porque no se encontraban en condiciones de afrontar el traslado. Balanzat destacó el ambiente de colaboración que ha existido entre todo momento entre el hospital y la UTE adjudicataria, Policlínica Miramar Juaneda, que gestionará el servicio durante siete años, por lo que recibirá 13,6 millones de euros.

Berto Noé aseguró tras las dos primeras sesiones que todo se desarrolló «muy bien, según lo planificado». Eso sí, matizó que ayer, al ser la primera jornada de ambos pacientes, el proceso se alargó un poco más: «Es normal porque hay que hacer comprobaciones de la posición. El resto de los días irá más fluido». Sánchez recibirá un total de 19 sesiones (aproximadamente un mes) mientras que Mayans únicamente diez, es decir, dos semanas.

Noé adelantó que el objetivo, en el futuro, es que Can Misses pueda ofrecer también tratamientos de radioterapia avanzada, aunque no quiso dar más detalles, ya que el servicio aún está arrancando. En estos momentos la plantilla permanente de Ibiza está completa, a excepción del auxiliar administrativo, que se contratará en breve y cuyas labores realiza uno de los técnicos. El servicio cuenta ahora con un radiofísico, un médico, un oncólogo radioterápico, tres técnicos de radioterapia y un enfermero. A estos hay que sumar el personal que se desplazará regularmente desde Mallorca.

Tanto el gerente del área de salud pitiusa como el médico aseguraron que el servicio está completamente terminado y que únicamente falta darle un aire más cálido y colgar algunos cuadros en las paredes.