­La falta de personal en el departamento de Turismo del Consell de Ibiza provoca que haya alrededor de 1.200 inscripciones de viviendas vacacionales pendientes de tramitar. El director insular de Turismo, Vicent Torres, explicó que a 20 de agosto había un total de 1.867 solicitudes, pero solo 655 casas legalmente inscritas. «De estas 1.200 es verdad que algunas se habrán denegado o no cumplen los requisitos, pero también es verdad que los expedientes se nos caen de la mesa porque no hay personal para asumir esta función», denunció Torres, que aseguró que quieren solucionar este problema pero están atados de pies y manos por la la ley Montoro, que impide a la Administración contratar más trabajadores.

Los solicitantes que quieren alquilar su casa a turistas realizan una declaración responsable acompañada de una serie de documentación conforme empiezan a operar como vivienda turística, pero después hay una segunda fase en la que el inspector «comprueba lo que dicen para ver si es cierto». En algunos casos, según el director insular, habrá propietarios que hayan desistido. En otros es posible que se les deniegue si finalmente el inspector detecta que no se cumplen los requisitos. Vicent Torres explicó que actualmente hay solo una auxiliar administrativa realizando esta función y está «completamente desbordada».

12.000 plazas

Ahora mismo, si se cuentan las solicitudes de los propietarios para ejercer de viviendas turísticas (1.867), más las 140 casas que ya había antes de que entrara la nueva ley, da un resultado de 2.007 viviendas que podrían estar alquilándose turísticamente, lo que supone unas 12.000 plazas. Sin embargo, hay que tener en cuenta que muchas de estas viviendas no están inscritas porque no se ha completado todo el proceso.

De hecho, ahora solo hay 655 registradas, lo que da un total de solo 5.000 plazas si se les suman también las de antes de la ley.

Desde 2013 se han inscrito un total de 1.028 viviendas, pero actualmente solo se mantienen estas 655 y esto es, según explican desde Turismo, porque algunas han sido canceladas «por no haber superado la inscripción».

Pero este no es el único problema que hay en la conselleria, porque ahora, según la Ley de turismo 8/2012, también hay que llevar a cabo un plan de modernización y seguridad que afecta a los 3.333 establecimientos turísticos de la isla para «mejorar la calidad de la oferta turística».

«Lo tenemos que poner en marcha cuanto antes», indicó Torres, que recordó que además tienen que crear los registros de nuevas tipologías de actividades turísticas, por ejemplo empresas de turismo activo, de alquiler de coches, centros recreativos y deportivos, beach clubs, party boats, etc. «Esto supone que las empresas vengan con una serie de documentación, se tiene que enviar a un inspector, es todo un proceso», añadió el director insular, que lamentó que la Ley turística y el reglamento que la desarrolla son «farragosos» y cree que deberían ser más «claros» para que cualquier empresario lo pudiera consultar «sin problemas».

Cambios en la ley

De hecho, aseguró que «no comparte» la filosofía de la ley en algunos puntos y recordó que el vicepresidente del Govern, Biel Barceló, ya ha anunciado que la modificará, porque cuando el exconseller del PP Carlos Delgado la impulsó «no se tuvieron en cuenta las sugerencias del sector», ni de partidos políticos «como el PSOE».

Con esta perspectiva de trabajo por delante y las restricciones de la Ley de racionalización de la Administración para crear nuevos puestos de trabajo, el Consell no tiene personal suficiente para asumir todas las obligaciones de la nueva Ley de turismo, cuyo reglamento entró en vigor el 17 de abril. «Esto supone un problema muy grave, no sé qué haremos», lamentó Torres, que indicó que la isla «vive del turismo» y este departamento debería ser «lo mejorcito de la casa».

Por ahora lo único que han podido hacer es trasladar a una persona de otro departamento al de Turismo. El problema principal es que no hay letrados ni el personal administrativo necesario para tramitar todas las actas que se levantan. Sí que hay suficientes inspectores, según Torres, porque hay cinco, ya que este personal está considerado esencial y no se ve afectado por las restricciones de Montoro. El director insular calcula que como mínimo necesitan un instructor más que pueda tramitar los expedientes disciplinarios (ahora mismo solo hay una persona) y cinco trabajadores más entre administrativos y auxiliares para poder desarrollar la ley turística.

Actualmente están tramitando la sustitución de uno de los inspectores, el socialista Miguel Padial, nombrado asesor del Govern.