La residencia de Can Raspalls estará plenamente en funcionamiento antes del mes de octubre, según anunció ayer Sandra Fernández, consellera balear de Familia. Fernández explicó que, al igual que en el caso de la residencia de Sa Serra, en Sant Antoni, la puesta en marcha de las 50 plazas residenciales que faltan por ocupar se realizará de forma escalonada. La residencia lleva cuatro años acabada, pero únicamente se había puesto en marcha el centro de día y 15 plazas residenciales de salud mental.

«Se hará en dos tandas. Durante el segundo trimestre, antes del mes de julio, se ocuparán 26 de las 50 plazas. Las 24 restantes estarán en marcha antes del tercer trimestre», detalló la consellera. De las 26 primeras, 14 son para personas con enfermedad mental y las otras doce para discapacitados. Las 24 de la segunda fase son todas para personas con discapacidad psíquica.

La consellera aseguró que con la puesta en marcha definitiva de las residencias de Sa Serra (70 plazas) y Can Raspalls «se dará respuesta a las necesidades», aunque no respondió a si quedará cubierta toda la demanda. «Estamos haciendo una estimación», apuntó Fernández, que añadió que hay unas 300 personas en la lista de espera de dependencia. «Es un 60% menos de las que estaban esperando en julio de 2011 y Ibiza es la isla con un récord de beneficiarios, llegamos a las mil personas, un 40% más que en julio de 2011», insistió. «Cuando estén en marcha todas las plazas, la reducción de la lista de espera en Ibiza será más considerable que en el resto de las islas», reiteró Fernández.

La consellera matizó que no todas esas 300 personas están pendientes de una plaza residencial, sino también de centros de día, prestaciones económicas y otros recursos que está poniendo en marcha, «como la ayuda a domicilio de alta intensidad».

Pendientes de valoración

Sin embargo, no fue capaz de especificar el número de personas que están pendientes de una valoración, el paso previo a asignarles un recurso asistencial y entrar en la lista de espera: «No tenemos datos, pero la tramitación va conforme a lo que establece la ley, de manera que no es significativo».

Fernández defendió el proceso que se ha seguido para abrir la residencia de manera definitiva, una exigencia que los familiares de enfermos mentales y discapacitados llevaban años reclamando. El presidente del Consell de Ibiza, Vicent Serra, recordó que la Ley de Presupuestos «supuso la imposibilidad de contratar y de que el Consell pusiera dinero en el consorcio». «El principio fue duro, nos encontramos dos residencias que dependían del consorcio y que estaban infrafinanciadas y con problemas para su mantenimiento», insistió el presidente del Consell, que aseguró que la apertura de las residencias ha sido «una prioridad» para el Govern, pero que estaba condicionada «a una recuperación económica». «Cuando esa recuperación ha llegado se ha conseguido poner en funcionamiento esta residencia», añadió. «Nuestro objetivo era abrirla siempre y cuando se pudiera mantener la calidad asistencial, si no, era mejor no abrir», concluyó.

«El compromiso era abrir en 2015 y también dijimos que hasta que no pudiéramos hacer una planificación y cuantificación del personal no lo haríamos», justificó la consellera, que aseguró que tanto el Govern como el Consell han estado trabajando para poner en marcha las plazas que faltaban desde el pasado 1 de enero, cuando asumieron la gestión de la residencia.