Las obras del puerto no han dejado piedra sobre piedra de la terraza diseñada en junio de 1967 por el arquitecto alemán Erwin Broner (1898-1971), a quien precisamente se le homenajea estos días en una exposición monográfica del Museo de Arte Contemporáneo. La estructura creada por el eminente arquitecto, que enlazaba la calle Garijo con los muelles, ha quedado completamente arrasada y ya es irrecuperable.

Salvador Roig, arquitecto que formó parte del equipo que dirigió Raimon Torres durante la elaboración del Plan Especial de Protección y Reforma Interior (Pepri) de sa Penya y la Marina, calificó ayer de «barbaridad increíble» que las excavadoras destruyesen sin miramientos ese legado arquitectónico. A su juicio «no se tenían que haber tocado las terrazas de Erwin Broner, entre otras razones porque además se hallan dentro de un área declarada Bien de Interés Cultural (BIC)», aunque Puertos diga lo contrario.

Para Roig esas terrazas tenían un gran valor arquitectónico: «Se trataba de un proyecto sencillo, adaptado a lo que era el lugar, unas terrazas de transición entre los niveles de la ciudad antigua, como es Carreró de sa Riba, y los niveles más altos a los que obligaron las reformas del puerto. Tiene unas líneas absolutamente sencillas y racionales y además resueltas con materiales sencillos. Todo eso hacía que fuera una intervención notable en el espacio público de la ciudad histórica». Ahora sí que es historia.

«Ha sido una brutalidad. No entiendo cómo tanto Patrimonio del Consell como el Ayuntamiento de Eivissa lo han permitido. Esas terrazas, además de ser obra de un arquitecto notable, están dentro del área declarada conjunto histórico», recuerda el arquitecto ibicenco.

Roig subraya que las terrazas de Broner se encontraban «fuera del ámbito del puerto» y por tanto de la competencia de la Autoridad Portuaria. Además «formaban parte del conjunto histórico». Roig duda de que exista «algún informe de ninguno de los organismos competentes que pruebe que lo que hace la Autoridad Portuaria es correcto».

«La ley no es para los poderosos»

El ibicenco considera que «se trata de una barbaridad a la altura de lo que ha pasado en Can Botino [sede del actual Consistorio, cuyas obras denunció en su momento porque desfiguraban su aspecto original] o en el Castillo».

Lo sucedido con esas terrazas es, a su juicio, el signo de los tiempos que corren: «Parece que la ley no es para los poderosos. Se pasa de lo que teóricamente es el marco normativo que debemos cumplir todos los ciudadanos. Da la sensación de que hay dos tipos de ciudadanos: los de a pie y los poderosos. Para los poderosos no se aplica absolutamente la ley».

El presidente de la demarcación pitiusa del Colegio Oficial de Arquitectos de Balears, Iván Torres, criticó ayer la destrucción de la obra de Erwin Broner: «Lamentamos la destrucción de esas terrazas. Con las obras emprendidas en el puerto, la Autoridad Portuaria está arrasando con todo. En realidad lo único que les interesa es la superficie de metros cuadrados que puedan rentabilizar, nada más», señaló Torres. «Siempre lo hemos dicho con este proyecto de la Autoridad Portuaria: es una lástima que se pierda la oportunidad de hacer el mejor puerto posible», añadió. Iván Torres considera que «se tendría que haber hecho un proyecto que respetara todas las cuestiones patrimoniales, las terrazas de Broner entre ellas».

Los arquitectos pitiusos celebrarán tras Año Nuevo una reunión en la que volverán a tratar este asunto: «Veremos qué medidas tomamos, ya que la Autoridad Portuaria, ayudada por el Ayuntamiento y por el Consell, está haciendo lo que quiere».