­El Ayuntamiento de Sant Joan ha aprobado sus presupuestos para el próximo año, que ascienden a 6.843.000 euros, lo que supone un 1,3% más que el ejercicio anterior. Del total presupuestado, 1,57 millones se destinarán a inversión, si bien la mayor parte de esa cantidad procede de otras administraciones, como el Consell, el Govern y el Estado.

El alcalde de Sant Joan, Antoni Marí, calificó las cuentas municipales para 2015 de «equilibradas» y recordó que no se prevén subidas en los impuestos y tasas. Tampoco está previsto aumentar la deuda del Ayuntamiento. «Se trata de una gestión eficaz de los recursos», manifestó el reponsable municipal.

Entre las principales inversiones figura el inicio de la nueva depuradora de Portinatx, que se llevará 200.000 euros en 2015, aunque las obras probablemente no se iniciarán hasta finales de ese ejercicio y, además, deberán contar con la ayuda del Govern balear.

El alcalde informó de que también está previsto crear dos o tres puntos con contenedores selectivos de basura soterrados en el municipio, en lo que se invertirá un total de 100.000 euros.

La piscina municipal climatizada recibirá dos inversiones diferentes: la primera, para proceder a su aislamiento térmico, lo que supondrá un gasto de 50.000 euros, y la segunda, para la instalación de una caldera de biomasa, lo que requerirá una aportación de 162.000 euros.

También está previsto mejorar la red de distribución de agua en el casco urbano, mediante el soterramiento de un tramo de torrente y la sustitución de una tubería de fibrocemento que sufre numerosas fugas por otra más eficiente.

El Ayuntamiento tiene previsto en 2015 crear un parque infantil en Sant Joan y mejorar el existente en Portinatx. A este concepto se dedicarán 50.000 euros.

Asimismo, el equipo de gobierno quiere crear lavabos en al menos tres playas (Port de Sant Miquel, Benirràs y sa Cala) en lugares retirados de la primera línea de mar.

También se creará un porche de piedra -de unos 40 metros cuadrados- con lavabos en las inmediaciones del yacimiento fenicio de es Cuieram, en sa Cala, para atender mejor a los turistas y que «quien tenga que hacer sus necesidades no deba irse detrás de un pino», manifestó Antoni Marí. También se desea que los turistas puedan guarecerse en caso de lluvia. El proyecto ya superó el trámite de la comisión insular del Patrimonio Histórico-Artístico.