­El modelo de trilingüismo del Govern balear ha convertido las aulas en un insólito campo de batalla. El decreto del Tratamiento Integrado de Lenguas (TIL) de José Ramón Bauzá, que establece un equilibro entre catalán, castellano e inglés en las aulas y acaba de facto con el modelo de inmersión lingüística actual, ha unido en un frente común contra el PP a docentes, asociaciones de padres, partidos políticos (todos menos el PP) o entidades sociales y educativas como la Universitat de les Illes Balears. Los educadores han protagonizado la huelga más larga de la historia reciente de Balears: tres semanas de paro que mantuvieron a los centros de enseñanza inactivos, ya que los docentes que acudían a sus puestos de trabajo tampoco avanzaban materia. Apenas había escolares en las aulas.

Mientras, las protestas de la marea verde inundaron las calles de las cuatro islas en una movilización sin precedentes. Sin embargo, ni las largas semanas de huelga indefinida ni las masivas manifestaciones han servido en la práctica para cambiar los planes del Govern: las diez reuniones y más de 45 horas de negociación fueron en balde. STEI, CCOO y la Assemblea de Docents, decidieron tras la reunión del 15 de octubre no acudir a más encuentros, indignados porque Educación solo quería abordar con el comité de huelga el calendario de aplicación del TIL, y tratar el resto de reivindicaciones de los docentes en las mesas sectoriales, en las que no está representada la Assemblea de Docents, puesto que no es un sindicato con representación en el sector educativo.

No ayudó el enrocamiento de ambas partes, que hizo imposible un acercamiento de las posturas: los convocantes de la huelga, STEI, CCOO y la Assemblea de Docents, exigían la retirada del TIL y su aplicación de forma voluntaria por parte de los centros, reclamaciones que el Govern rechazó de plano, amparado en que su modelo trilingüe era una promesa electoral de la que no podía claudicar porque se lo debía a sus votantes. La conselleria de Educación solo estaba dispuesta a que el TIL fuera voluntario en 1º de Secundaria; en el resto de niveles (1º, 3º y 5º de Primaria) se debía aplicar de forma obligatoria.

La actitud del Govern, «prepotente», según profesores, FAPAS, sindicatos o partidos de la oposición, tampoco ha servido para suavizar la radicalización de las partes, ya que se ha negado a aceptar un mediador. A pocos días del inicio del curso, el Tribunal Superior de Justicia de Balears suspendió cautelarmente la aplicación del TIL al estimar un recurso de los sindicatos STEI y UGT por un defecto de forma. Sin embargo, poco después, ese mismo día, el Govern aprobó a toda prisa un decreto ley para sortear el auto judicial y seguir adelante con su aplicación del TIL. Esta decisión aumentó la indignación de los docentes, que optaron por presionar al Govern con la huelga indefinida. La batalla en los tribunales la ha ganado de momento el Govern: el TSJB avaló en octubre por segunda vez el TIL, ya que aunque critica la estrategia a base de decretos del presidente José Ramón Bauzá, reconoce que no tiene «posibilidad legal» de actuar, ya que el Decreto Ley tiene rango de ley y escapa a su jurisdicción. El PSOE ha presentado este mes un recurso contra el TIL ante el Tribunal Constitucional.

Más crispación

El desencuentro y la creciente crispación han marcado el desarrollo del conflicto. Como finalmente no ha habido acuerdo, el TIL se aplica tal y como lo había establecido el Govern: en 1º de ESO y en 1º, 3º y 5º de Primaria.

Dentro de la marea verde, las posiciones tampoco son monolíticas: los hay que defienden una implantación paulatina del TIL desde la base, como el sindicato ANPE -cercano al PP pero que también se ha opuesto al TIL tal y como lo plantea el Govern-, la FAPA o las asociaciones de directores de Primaria y Secundaria de las Pitiüses; y los hay que no están dispuestos a que el catalán pierda su peso académico mientras lo gana el castellano. De hecho, partidos como el PSIB, EU, Més o ERC, sindicatos como STEI, UGT o CCOO y la Assemblea de Docents consideran que el objetivo real del Govern es acabar con la inmersión lingüística en catalán y aumentar la presencia del castellano, ya que los centros que no cuenten con el personal adecuado para impartir materias no lingüísticas en inglés, deberán dar la materia a partes iguales entre castellano y catalán. El PP, por su parte, nunca ha ocultado su rechazo hacia el actual modelo en el que predomina el catalán, y defiende la libertad de elección de lengua de los padres, tal y como ya prometió en la campaña electoral.

El polvorín en que se han convertido las aulas está lejos de pacificarse. El conflicto sigue latente, con un profesorado que se sumó en masa a la huelga y a las protestas, y que fue abandonándolas a medida que avanzaban los días y el coste económico se hacía insostenible. No obstante, la huelga sigue convocada y los docentes han advertido de que en cualquier momento pueden volver a las barricadas.