En verano de 2010 las televisiones comenzaron a hablar del fenómeno del ´balconing´ en Balears después de la muerte de algunos turistas tras lanzarse a piscinas, todos en hoteles de Mallorca. En septiembre un italiano falleció en Platja d´en Bossa, en otro hotel. Los medios nacionales no dudaron en hablar de ´balconing´ en Ibiza pero después se supo que el joven se había suicidado por un desengaño amoroso. El verano siguiente murieron otros cuatro hombres al precipitarse desde ventanas o balcones en la isla, pero ninguno después de un intento de salto a una piscina. En 2012 perdió la vida otro turista británico, que se cayó de una ventana de su hotel, en Sant Antoni, cuando salió a vomitar. El turista ruso es el primero que muere este año tras precipitarse al vacío. El 20 de abril de este año falleció otro joven alemán en un hotel de Cala Rajada, en Mallorca, al caer cuando pasaba de una terraza a otra, en un tercer piso.