Jaume Font Barceló (Mallorca, 1961) fue conseller de Medio Ambiente con Jaume Matas, entre otras cargos desarrollados en su larga militancia en el PP. Ahora lidera, junto con el dirigente de Unió Mallorquina (UM) Josep Melià, el PI, que aspira a convertirse en la réplica balear de Coalición Canaria.

„Usted (expolítico del PP) y el señor Melià (expolítico de Unió Mallorquina) ¿son dos centralistas redimidos que ahora se portarán bien con las islas menores?

„Hay gente que tiene un sentimiento balear dentro de este proyecto. Es verdad que estos últimos treinta años no hemos sido capaces de crear este sentimiento balear. El PI sabe que si no hay un trato de igual a igual entre las islas, que no se ha conseguido en 30 años, la cosa no irá bien. Hemos de ser capaces de que haya autonomía plena de cada isla en cuanto a la toma de decisiones en el partido. Esto de que Mallorca diga qué se ha de votar, a quién hay que nombrar o qué se necesita... esto no puede decidirlo Mallorca. Quién va en listas, qué pactos se hacen... esto lo decide cada isla. Es lo que dicen nuestros estatutos. Y no solo lo decide cada isla, sino que cuando se trata de temas transversales, que afectan a todo Balears, se necesita la aprobación de dos islas. Si no hay el apoyo de dos islas se puede vetar. Incluso si Mallorca lo quiere, pero no tiene el apoyo de Ibiza, Menorca en el futuro Formentera, no se puede aprobar.

„¿Cómo se produce el cambio de personas que han militado en este tipo de partidos para que ahora, de repente, vean la luz, por así decirlo?

„Así como vas cumpliendo años y vas viendo las cosas, si te das cuenta de que te has equivocado con cosas, es necesario rectificarlas. Le pongo tres ejemplos. El caso del transporte: hemos fracasado totalmente en esto. Y en otras cosas. Si unos padres de Ibiza quieren llevar a su hijo a estudiar a la Universitat de les Illes Balears, tienen unos costes que no tienen unos padres de Mallorca. Mientras no seamos capaces de que estas cosas se puedan compensar, no seremos ciudadanos iguales. O si tenemos una grave enfermedad, una persona de Ibiza tiene un sobrecoste del acompañante que no tiene un mallorquín. Esto es lo que se tiene que cambiar. No somos iguales, no sufrimos igual; aquí se sufre más y cuesta más.

„¿Cómo pueden fiarse los ibicencos de que un proyecto surgido en Mallorca será realmente sensible ante todas estas desventajas que, por cierto, ya conocen sobradamente los habitantes de las Pitiusas?

„No les pido que se fíen; solo les pido que constaten si les ha ido estos últimos treinta años. Solo lo podremos demostrar si llegamos al poder, que llegaremos, sin duda. Pero este discurso que yo hago, no se hace.

„El PI quiere convertirse en la voz de Balears en Madrid para defender de forma independiente los intereses de las islas. ¿Hay un espacio político para ello?

„Estoy convencido de que existe el espacio político y si miramos las encuestas que hace el CIS y también medios de comunicación de Balears, vemos que el espacio de centro se está abriendo, por falta de confianza en lo que han sido los partidos tradicionales. Queremos ser capaces de articular un discurso real (no hace falta irse por las ramas), como los ejemplos que he puesto de la Universidad o la sanidad, cuya solución tal vez cueste diez o cueste veinte, pero no cuesta mil. El espacio político existe y se abre. Y otras comunidades lo tienen, como Canarias. Con dos diputados, incluso cuando hay mayoría absoluta en Madrid es capaz de ir compensando sus problemas de conectividad, de mercancías, de costes de insularidad... En Canarias vuelan por 30 euros. Si estamos en Madrid, podremos cambiar todo esto. Yo he estado dentro de un proyecto grande y sé cómo se piensa. Siempre has de pedir para que se arreglen las cosas. Siempre hay buenas palabras, buenas intenciones, pero no hay obras. Te dicen: lo haremos, lo haremos...

„Y los representantes de Balears acaban poniéndose firmes...

„Exacto. Te dicen: este año no lo haremos, pero lo haremos el próximo. Por ejemplo, fue una lucha titánica entre 1996 y 1998 sacar una ley orgánica como la del Régimen Especial para Balears (REB). Fue una gran alegría, un gran paso. Pero el Estado lo ha tenido siempre vacío de contenido. Se ganó una gran batalla, pero luego se rieron de nosotros. Esto no pasa con el Régimen Fiscal de Canarias, aunque sea una región ultraperiférica. Si somos capaces, con uno o dos diputados, de hacer ver esto, será el camino de arreglar estas situaciones. Y luego se ha de hacer ver a Madrid que no podremos ser lo extraordinariamente solidarios que hemos sido durante estos últimos treinta años. Nos estamos arruinando con el déficit que tenemos. Al final de 2013 deberemos casi 8.000 millones de euros. Madrid nos tiene que compensar. El PI acordó que hay que ir a un concierto económico...

„¿Como el cupo vasco?

„Sí, un concierto económico según el cual primero arreglamos las cosas de aquí y luego pagamos [a Madrid]. Si este concierto ha aguantado para otros lugares del Estado español, también puede aguantar para Balears.

„Al final, el electorado siempre se pregunta si un partido es de derechas o de izquierdas. ¿Cuál es su caso?

„Todos tenemos una trayectoria en nuestra vida... De los que están en Ibiza, ellos nunca habían estado en política y son gente muy moderada y muy centrada, con planteamientos a veces muy progresistas. En Mallorca hay gente que viene de Convergencia per ses Illes, de la Lliga, gente que estuvo en el PP, en el PSOE, en el PSM... Es gente moderada que viene de todas partes.

„¿Esa moderación la ve usted en el Govern balear actual?

„Creo que el Govern ha cometido una gran equivocación en el tema de la lengua y la educación. Aquí había un consenso en el tema de la lengua, desde 1986, que costó mucho esfuerzo. Romper este consenso fue una gran equivocación. Pero es que incluso han trasladado los problemas a la enseñanza, al día a día de una escuela. Hay que confiar un poco más en los profesores, que son gente que está preparada y lo hace bien. Mis hijas han salido del colegio hablando las dos lenguas perfectamente. La situación no mejorará con este cambio de gobierno. Y luego otra cosa: no hay modelo económico. Este cambio de gobierno ha constatado el fracaso de la política económica del Govern. Han pasado dos años desde las elecciones y aún no saben qué hacer. También me preocupa el que se haya quitado la moratoria que había para grandes superficies, porque estamos matando el pequeño comercio, estamos destruyendo a familias que han hecho un esfuerzo brutal.