Siete entidades culturales, sociales y medioambientales, cuatro de ellas de Ibiza y tres de Formentera, se han constituido en plataforma con el objeto de impulsar la elaboración de un plan de gestión y mejora de los bienes de las Pitiusas declarados Patrimonio de la Humanidad.

Se trata del Institut d´Estudis Eivissencs, GEN-GOB Ibiza, Amics de la Terra, Associació d´Amics del Museu Arqueològic, Obra Cultural Balear de Formentera, GOB Formentera y RIP Posidònia, que ayer denunciaron el estado de «abandono» en que se encuentran estos bienes y solicitaron por escrito la redacción de ese plan de gestión en todos los organismos implicados en el Consorci Patrimoni de la Humanitat: consells de Ibiza y de Formentera y ayuntamientos de Vila y de Sant Josep.

Representantes de todos estos grupos comparecieron ante los medios de comunicación para hacer esta denuncia en la playa de Talamanca, un lugar que consideran emblemático, por su proximidad a dos bienes que creen que deberían ser también declarados Patrimonio Mundial por parte de la Unesco: la zona húmeda de ses Feixes y el arrecife barrera de posidonia situado muy cerca de la misma playa.

El presidente del GEN-GOB Ibiza, Joan Carles Palerm, como portavoz de la plataforma, lamentó la situación de «parálisis» en la que se encuentra el Consorci Patrimoni de la Humanitat, que tendría que tener concluido antes de 2015 el plan de gestión y mejora de los bienes de las dos islas incluidos en la declaración.

Palerm recordó que en 2009 visitó las Pitiusas un grupo de inspectores de la Unesco y que posteriormente la organización internacional ha recomendado formalmente que entidades del tejido social participen en la elaboración de planes de gestión y en las políticas de conservación de los bienes declarados Patrimonio Mundial.

El portavoz reseñó que todas las entidades integrantes de la plataforma están muy sensibilizadas en la conservación del patrimonio natural de las islas y que están dispuestas a trabajar «en positivo» por estos bienes, planificando las medidas que deben tomarse para gestionar su política de conservación y mejora. Recalcó que todas consideran «lamentable» no disponer de noticia alguna sobre ninguna intención de actuar en esos bienes.

En el escrito dirigido a las instituciones estas entidades recuerdan las recomendaciones de la Unesco para que se lleve a cabo el plan de gestión y mejora de los bienes Patrimonio de la Humanidad y que para ello se debe contar obligatoriamente con la participación del tejido social local.

«Sin haber realizado un trabajo previo y sin tener en la mano los documentos sobre sobre lo que tenemos, lo que hace falta y lo que hay que hacer, no podemos redactar los proyectos y buscar los recursos necesarios para ejecutarlos», señaló Palerm.

Bienes más allá de Dalt Vila

El portavoz recalcó que los bienes declarados Patrimonio de la Humanidad no se limitan a Dalt Vila, sino que están también el Museo Arqueológico, sa Caleta y la posidonia, y que hay que empezar a plantearse en serio la incorporación de otros elementos que «lo merecen» como ses Feixes y el arrecife de Talamanca, que cuentan ya con el visto bueno de parte de la Unesco.

Sobre el arrecife de posidonia de Talamanca, Palerm precisó que se trata de un elemento que cumple las condiciones más óptimas para ser declarado Patrimonio Mundial. De unos cuatro metros de altura desde el fondo del mar, propicia el aumento de la temperatura del agua de la bahía durante el verano. Se le calcula una edad de unos 10.000 años, según Joan Carles Palerm.

Las claves

PLAZO

El Plan de Gestión debe estar terminado en 2015

El año 2015 es la fecha límite en la que se debe presentar el plan de gestión y mejora de los bienes declarados Patrimonio de la Humanidad de Ibiza y Formentera. Las entidades ecologistas y culturales lamentan la falta de avances en este sentido.

ANTIGÜEDAD

Un arrecife barrera de posidonia de 10.000 años de antigüedad

El arrecife barrera de la playa de Talamanca, de unos cuatro metros desde el fondo del mar, está formado por la superposición de capas de posidonia. Es el causante de las elevadas temperaturas que alcanzan durante el verano las aguas de la bahía. Se le calculan unos 10.000 años de antigüedad, según el presidente del GEN-GOB Ibiza, Joan Carles Palerm.