Una mujer llamó ayer a la una y media de la tarde a los bomberos porque su gato había quedado atrapado en una tubería de su casa, una vivienda en el barrio de Can Negre. Los bomberos trabajaron durante casi tres cuartos de hora para sacar el minino del tubo, de unos diez centímetros de diámetro.

Sin embargo, el felino ya no estaba en la tubería, a pesar de que los inquilinos de la casa y los bomberos seguían escuchando sus maullidos.

Finalmente, los vecinos del piso de al lado descubrieron que el animal, un gato de color blanco bastante grande, había accedido a su vivienda, anexa a la de su dueña, a través de la tubería del desagüe, que hace una curva un tanto extraña, según explicaron los bomberos.

El animal fue rescatado, sano y salvo, cuando fue localizado, escondido detrás de la lavadora de la cocina de los vecinos.