­La tala, por parte del Ayuntamiento de Ibiza, de los 13 árboles que desde hace casi 40 años existían en la plaza Riquer del puerto de Ibiza ha llevado la polémica a este barrio, pues unas asociaciones de vecinos han aplaudido la iniciativa municipal, mientras otros colectivos de residentes en la zona han dirigido duras críticas a la alcaldesa, Marienna Sánchez-Jáuregui.

En concreto, se han talado siete plataneros, que eran los ejemplares más antiguos, y seis robinias, de apenas una década de antigüedad.

La Asociación de Vecinos y Comerciantes del Puerto de Ibiza y la Asociación de Vendedores del Mercadillo del Puerto de Ibiza dieron ayer su «total apoyo a la decisión del Ayuntamiento». Estos colectivos argumentan que «la situación sanitaria de la plaza era insostenible», porque estos árboles «estaban enfermos». «Se consultó a las autoridades y se informó de que los árboles tenían una enfermedad incurable que causaba alergias», además que «una gran cantidad de pájaros acudían a estos ejemplares generando suciedad y fuerte olor de excrementos», que podían ocasionar infecciones.

Por su parte, la Asociación de Vecinos de sa Riba lamentó lo que considera «una atentado contra el medio ambiente» y en la página de Facebook de la alcaldesa recordó a la edil que la zona está protegida como Patrimonio de la Humanidad. «Devuélvenos los árboles, el derecho al descanso, las zonas verdes, el entorno saludable y una ciudad sostenible», afirman estas agrupaciones.

Las posturas

DISCREPANCIAS

«Atentado ambiental» o acción de «mejora sanitaria»

Los partidarios de la tala afirman que llevaban años reclamando esta medida y la justifican por la enfermedad incurable que, según dicen, afectaba a los ejemplares. Sus detractores recuerdan que es una zona declarada Patrimonio de la Humanidad.