La directora del instituto Marc Ferrer de Formentera, Jane Wenham, y los portavoces del Sindicat de Treballadors de l´Ensenyament de les Illes (STEI), Pere Lomas, y la Federación de Enseñanza de Comisiones Obreras (CCOO), Toni Juan, aplaudieron ayer la sentencia del titular del Juzgado número 4 de Ibiza, Santiago Pinsach, que recrimina a una madre que denunciara a un profesor que paró una pelea en clase. Los tres calificaron de «ejemplar» la resolución y consideran que debe hacer reflexionar a las familias sobre su papel en la educación de sus hijos.

La directora del instituto Marc Ferrer, Kathrine Wenham, confesó que tanto ella como todos los profesores del centro están «contentos» con la sentencia. «Sabíamos que seguramente absolverían al profesor, pero siempre es un mal trago enfrentarte a una situación así, es desagradable tener que prestar declaración en un juicio», comentó la directora. «Espero que esto haga pensar un poco a la familia. El juez no tenía por qué recoger en la sentencia una recriminación para ella, pero compartimos la reflexión que hace. Es una realidad que nos encontramos en las aulas, este caso es un reflejo de la sociedad en la que vivimos», indicó Wenham.

Carmen Pérez, pedagoga terapéutica del departamento de orientación del instituto Marc Ferrer y miembro del Consell Escolar de Formentera, califica la sentencia de «sabia y llena de sentido común» en una carta que puede leerse íntegramente hoy en la página 24 de la sección de opinión de este mismo diario.

Colaboración de la familia

El portavoz de la Federación de Enseñanza de Comisi0nes Obreras (CCOO), Toni Juan, considera que la resolución del juez Pinsach «pone a cada uno en su lugar». «Hay que agradecer sentencias como esta. Las familias tienen un papel preponderante en la educación de sus hijos, la de los maestros es una educación subsidiaria. Si no vamos todos a una el niño se escapa por el centro. La colaboración debe ser máxima y total», afirmó Juan, que calificó de «excelente» la actuación del maestro denunciado cuando vio que dos alumnos se peleaban en clase. «Si no hubiera actuado como lo hizo podrían haber pasado cosas mucho más graves», insistió. Por contra, señaló que el comportamiento de la familia ha sido «bastante deficiente». El sindicalista confía en que la sentencia sirva para que maestros y padres reflexionen sobre el papel que desempeñan en la enseñanza.

Aunque indicó que casos como este son «puntuales», destacó que en los últimos años se ha notado «una dejadez de las familias en la educación de los hijos». Toni Juan recordó lo que les explicaba a los padres a principio de curso cuando impartía clases: «Les preguntaba cuál debía ser mi papel como tutor de su hijo si este me explicara que su casa es un desastre. Claramente, intentar salvar la imagen del padre y no echar más leña al fuego. Pues al revés debe ser exactamente igual. Si un alumno critica a un maestro el padre debe hacer lo posible para que cambie de idea y, si la cosa no funciona, deben entenderse los adultos con los adultos. Nunca hay que meter a los alumnos de por medio».

Situación «absurda»

Pere Lomas, portavoz del Sindicat de Treballadors de l´Ensenyament de les Illes (STEI) en las Pitiusas, señaló que es «absurdo llegar a estos extremos judiciales para resolver estas situaciones, sobre todo teniendo en cuenta que es difícil creer que un profesor se pusiera a pegar a alguien para separar a dos alumnos en una pelea». Al igual que Wenham, Pérez y Juan, Lomas considera que la sentencia y la valoración del juez «son muy acertadas», aunque recordó que eso no elimina lo que ha sufrido el profesor denunciando. «A pesar de que todo el mundo veía que esto era un absurdo, el mal trago de ver su nombre juzgado no se lo quita nadie. Aunque sabía que la coherencia debía ganar es desagradable», insistió Lomas que, además, calificó de «sorprendente» el texto de Pinsach por «atreverse a dar un palo importante a la familia». «No se tiene que ir de las escuelas a los juzgados para aclarar los problemas, si es que los hay, porque en este caso no los había. Si es así, los institutos tienen servicios de mediación que son muy efectivos. Llegar a las manos es malo, acusar a alguien de agresiones que no son ciertas es peor», criticó.

El sindicalista aseguró que casos como el del Marc Ferrer «son excepcionales» a pesar de que explicó que en ocasiones los alumnos amenazan a los profesores con denunciarles cuando estos les recriminan «una actitud que no es la adecuada». «Estas situaciones son absurdas, pero no es lo normal. La mayoría de familias, cuando se produce un hecho de estas características saben actuar de la forma que se espera de ellos, poniéndose del lado de la educación», concluyó Pere Lomas.

Denunciado por separar a dos alumnos en una pelea

Separar a dos alumnos que se estaban peleando en clase le costó al profesor del Marc Ferrer absuelto que la familia de uno de ellos animara al estudiante a denunciarlo por lesiones y malos tratos a los alumnos. Todo ocurrió el 16 de septiembre cuando apenas faltaban unos minutos para que acabara la clase. Además de absolver al profesor denunciado, el juez del juzgado número 4 de Ibiza, Santiago Pinsach, recrimina a la madre del estudiante por haber denunciado a su profesor, a quien pide disculpas «por no haber detenido previamente el proceso a tiempo de evitar que rozara la presente ignominia». La resolución señala que la madre «en lugar de agradecer al denunciado su intervención y solicitarle las disculpas que merecía por el incalificable comportamiento de su hijo (…) interpuso la presente y no menos incalificable denuncia». El fallo también destaca «la inexistencia de lesiones objetivables en el cuerpo del menor» y que este «además de agredir al denunciado, estuvo autolesionándose y propinando patadas al mobiliario del mismo instituto».