El borrador del proyecto para el fondeo regulado en aguas del Parque Natural de ses Salines en el que trabaja el Consell de Formentera estará preparado a mediados del mes de septiembre, según avanzó ayer la consellera de Medio Ambiente, Silvia Tur. Será entonces cuando se abra el procedimiento de «participación ciudadana» para recoger todas las alegaciones y proceder a la aprobación definitiva de esta iniciativa. Tur quiso dejar claro que el resultado debe ser «consensuado entre todos los agentes sociales, económicos y políticos locales» y deberá contar con el asesoramiento de expertos y científicos como Manu San Félix o Carlos Duarte.

El borrador del proyecto de fondeos controlados fija un total de 250 boyas para evitar que los barcos de recreo lancen sus anclas sobre la pradera de posidonia y ha sido remitido a la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza (UICN), organismo del que el Consell ha solicitado ser miembro. El objetivo es que la UICN redacte un informe jurídico que avale la posibilidad de ejecutar el proyecto sin modificar el Plan Rector de Usos y Gestión (PRUG) del Parque Natural aprobado en diciembre de 2005.

Tur añadió que una vez recogidas todas las alegaciones el borrador será enviado a la Demarcación de Costas y a la conselleria balear de Medio Ambiente para su aprobación definitiva y posterior ejecución. La consellera espera que el proyecto sea una realidad la próxima temporada.

Regular el fondeo

La consellera recordó que la formación a la que pertenece, Gent per Formentera (GxF), llevaba en su programa electoral de 2007 esa propuesta y aseguró que entonces fue la única formación que contemplaba el proyecto de fondeo regulado. Una vez que estuvieron en el gobierno del Consell, con el PSOE, iniciaron las acciones tendentes a la concreción de ese compromiso electoral que, primero, se tradujo en la elaboración de «un estudio preliminar» para ver la mejor propuesta técnica «y hacer una regulación en la zona».

Tur aseguró que eso implicó elaborar informes jurídicos, hacer una búsqueda de toda la normativa aplicable así como la redacción de informes preliminares de impacto ambiental. Incluso se realizó una encuesta entre la tripulación de las embarcaciones de recreo en el verano de 2008 para conocer su postura ante una eventual regulación del fondeo. El anteproyecto tardó un año en ser redactado para su remisión, en 2009, a Costas y a la conselleria balear de Medio Ambiente, que le dieron el visto bueno en el primer trimestre de 2010.

Entonces, se sacó a concurso la redacción del proyecto de instalación de las boyas, que finalizó en 2011 y que es el documento base del debate público.