­El Instituto de Educación Secundaria Sa Blanca Dona de Ibiza, junto con dos colegios de Mallorca, ha resultado finalista autonómico del Premio a la Acción Magistral 2011. Este galardón está convocado por la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD), la Comisión Nacional de Cooperación con la Unesco y el BBVA, y cuenta en Balears con la colaboración del Govern.

Este premio, que se fallará en septiembre, está dotado con 9.000 euros para el profesor o equipo docente autor del proyecto y con otra cantidad igual destinada al centro donde se desarrolle. El Premio a la Acción Magistral pretende recompensar entre el profesorado la transmisión de valores sociales como la solidaridad, la tolerancia, el respeto, la justicia y la igualdad, así como prevenir conductas de riesgo. También premia el fomento de las relaciones entre familia, escuela y comunidad y promocionar la empatía y la autoexpresión emocional como objetivos educativos.

El proyecto educativo presentado por el instituto Sa Blanca Dona, que se viene aplicando en este centro desde hace dos años, lleva como título ´La Alternativa´ y consiste en ofrecer al alumnado la posibilidad de elegir entre una quincena de talleres uno al que dedicará dos horas por semana para sustituir la asignatura de Religión.

El jefe de estudios adjunto del centro y responsable del proyecto presentado, Oscar Prat, explica que con esta propuesta alternativa se brinda al alumnado la posibilidad de cambiar de taller trimestralmente y la elección se realiza en función de los intereses del estudiante, pero no según la edad o fecha de nacimiento, explica el autor del proyecto. Al realizar un taller cada trimestre, seguirá tres a lo largo del curso escolar.

Los talleres pueden ser de mediación escolar o bien de carácter ambiental (un gallinero, un huerto ecológico, un jardín botánico), participar en un grupo de investigación, el funcionamiento de una emisora de radio, de creación musical, de conversación en inglés o la tutoría entre iguales.

Cada profesor puede proponer un taller en función de sus habilidades o conocimientos, que pueden no tener ninguna relación con la materia que imparte. La aceptación de un taller corresponde al equipo directivo y Prat señala que solo se rechazan los que no despiertan el interés de los alumnos. Añadió que este último curso los propios alumnos se han encargado de dinamizar algunos talleres y «se crea un clima muy agradable», aseguró.