Una vecina de Sant Antoni, C. G., que vive en una autocaravana instalada en un terreno particular en la zona de sa Serra, había salido de viaje y cuando regresó, el pasado fin de semana, se encontró con una cadena que le impedía acceder a su domicilio. Alguien había roto una ventana de la caravana y accedido a su interior, para después colocar la cadena e impedir el paso a su legítima propietaria.

Esta denunció ante la Guardia Civil que le habían sustraído todas sus pertenencias, como ropa, calzados, artículos de la casa, documentos y facturas. La Guardia Civil detuvo posteriormente en relación a este caso a la súbdita británica L. J. S., de 30 años de edad, como presunta autora de un delito de usurpación.

Ayer por la mañana el juzgado de instrucción número 1 de Ibiza celebró un juicio rápido correspondiente a estos hechos, denunciados por la vecina perjudicada y que se presentaban en la causa como coacciones, hurto y daños. No asistió la acusada, pero sí la acusadora, quien no reclamó ninguna cantidad determinada por las posibles pérdidas de las que ha sido víctima, puesto que todavía no las tenía evaluadas. La denunciante manifestó en la sala que lo que ella pretendía no era tanto obtener una indemnización por los hechos, sino asegurarse de que la acusada no volviese a perjudicar a nadie con hechos similares.

El representante del ministerio fiscal, por su parte, consideró en sus conclusiones que habían quedado perfectamente acreditadas las coacciones, por lo que pidió una multa de 160 euros para la ´okupa´.