—¿Qué es Cas Doctor Marí?

—Es la finca cuyos terrenos hemos destinado al proyecto de un complejo sanitario. Si no me equivoco son aproximadamente50.000 metros cuadrados.

—¿De dónde nace la idea?

—Es un proyecto que empieza su andadura hace unos nueve años. En estos años ha sufrido parones y arrancadas debido a la Administración y hoy en día se ha podido llevar adelante por el apoyo de Pere Palau, de Vicent Marí y Xico Tarrés, que ha sido quien nos ha dado el interés general para el proyecto. Ahora se está en fase de redacción del proyecto básico y a continuación, probablemente el mes que viene, lo presentaremos al Ayuntamiento de Santa Eulària para obtener la licencia de obra. Tendremos que negociar con el Consistorio lo que es el 10 por ciento de aprovechamiento que debemos entregar por ley en todo interés general, que puede ser en equipamientos o solares. Esto dependerá más del Ayuntamiento que de nosotros.

—¿Como se llamará el centro?

—Aún no lo tenemos del todo definido. No tardaremos mucho en tenerlo.

—¿Y cuándo se empezará a ver bloque sobre bloque?

—Creo que a lo largo del año que viene, entre el primer y el segundo trimestre probablemente. Dependerá de lo que tarde en llegar la licencia y de las ampliaciones de capital que hemos de hacer. Actualmente ya hay 170 socios. Lo haremos en régimen de sociedad participativa. Es la primera vez que en Ibiza se pone en marcha un negocio de cualquier tipo mediante esta fórmula.

—¿Cuánto cuesta la participación?

—Son socios que han entrado en capital y lo que queremos es que sean cuantos más mejor, para que esto sea de la sociedad ibicenca, no de Juan Tur Viñas. La participación mínima será de entre 8.000 y 9.000 euros.

—¿Qué rendimiento aventuran que podrá obtener?

—Es difícil de establecer ahora el rendimiento de una empresa que abrirá en tres años, pero pensamos que puede estar entre un 4 y un 8 por ciento como mínimo. El hospital facturará unos nueve millones de euros anuales, aproximadamente, y esperamos hacer entre 700 y 800 socios. Estos socios tendrán una serie de privilegios dentro de la clínica como dueños que serán de ella. Realmente tendrán que pagar, pero en el complejo tendrán una serie de privilegios, algunos de los cuáles ya los están disfrutando. Lo más importante de este proyecto es que queremos que sea de todos los ibicencos y que puedan escoger el tipo de sanidad que quieren. Los socios decidiremos si tener un poco más de calidad asistencial.

—¿Cuándo se harán las próximas ampliaciones de capital?

—A lo largo de este año. Además hay dos aseguradoras importantes a nivel nacional e internacional que han expresado su deseo de entrar en el capital y es una de las cuestiones que estamos mirando.

— ¿Porqué ahora un hospital?

—Es por una razón muy sencilla, es una cuestión de necesidad. Creemos que en Ibiza, entre el nuevo hospital, la clínica privada que ya existe y la nuestra nos situaremos, aproximadamente, en 2,8 camas por cada mil habitantes. En el resto del Estado la media es de 3,8 camas por mil y en Europa la cifra es de 7,5 por mil. Actualmente hay 1,6 camas por cada mil ibicencos: nuestra oferta hace falta. Pensamos que hay espacio para nosotros, con datos oficiales.

—¿Qué porcentaje de esas 3,8 camas sanitarias es de propiedad privada en el resto de España?

—Si tenemos en cuenta las futuras 280 camas sanitarias que habrá en la isla, estaríamos aún muy por debajo de la media. Entre la iniciativa pública y la privada hemos de lograr que haya en la isla las camas que hacen falta y que se ha demostrado muchas veces que son necesarias.

—¿Y por qué 76 camas y no más?

—Porque pensamos que no se necesitarán, aunque podemos ampliar. No diremos de qué manera. Habrá ocho camas de UCI y 10 de hospital de día, de cirugía mayor ambulatoria, que la clínica privada de aquí no tiene.

—¿Y la parte asistencial del proyecto?

—Será en la segunda fase de la inversión, tendrá 96 habitaciones de hospital-residencia asistida.

—¿Con qué plazos?

—El centro sanitario podría estar listo a finales de 2013 o principios de 2014. La segunda fase tardaría uno o dos años más. Disponemos de otros 70.000 metros cuadrados más de los que podríamos disponer para poner en marcha una ciudad sanitaria importante. Pero eso es más de cara al futuro.

—¿No se plantean conciertos con la Administración?

—No es que no se planteen, es que hemos querido buscar la viabilidad del proyecto sin contar con ellos. Pero, por supuesto, si hay ocasión se harán: si hay necesidad por parte de la sanidad pública. No será una exigencia nuestra.

—¿Y será un porcentaje importante de sus ingresos, como sucede con la clínica privada que ya existe?

—No. De hecho, nuestra idea no es solo un proyecto empresarial para una clínica.

La sociedad principal dispone de un grupo de empresas y, además, de una clínica. Nuestra idea es dedicarnos sobre todo a la salud empresarial, que creemos que está muy descuidada en Ibiza. Primero a la medicina infantojuvenil y después a los mayores, fundamentalmente, ya que son los que más necesitan de un hospital.

—¿Por eso su proyecto incluye cuidados paliativos y una residencia?

—Exacto. Los paliativos, dentro de la residencia asistida que se proyecta, son necesarios.

—A la hora de confeccionar la carretera de servicios, ¿qué criterios han primado?

—Primero los servicios fundamentales que rigen cualquier clínica, como pediatría, ginecología, medicina interna, cirugía, etcétera. Después intentaremos complementarlo con lo que no haya en Ibiza y, en este caso, mediante conciertos con el Ib-Salut. Ya hemos tenido conversaciones con sus responsables.

—¿Cuál podría ser uno de los desiderátum?

—Si toman la decisión de no contar con radioterapia en el nuevo hospital, nosotros la incluimos en nuestro proyecto. No lo haríamos si Can Misses lo incluye, puesto que es una inversión muy fuerte y en Ibiza, desde luego, no caben dos. Hay otros temas que se pueden abordar conjuntamente, como el de la cirugía vascular, de la que no se dispone en la isla.

—¿Ninguna de estas especialidades entraría en conflicto con la cartera de servicios del otro centro privado?—Creo que la competencia ha de tener sus servicios y nosotros los nuestros. Que la gente elija. Probablemente tendremos servicios parecidos, algunos que no tengan ellos que nosotros ofrezcamos y al revés. —¿Y a la hora de buscar profesionales, que es un mal endémico de la isla?—No hay ningún problema. —Si ha descubierto la fórmula para atraerlos, dígala.—El tema es que los profesionales han de ser buenos y se han de pagar bien. De esta manera los encuentras. No hay buenos profesionales mal pagados. —Otra manera de ligar a los profesionales sanitarios a las islas es ofreciéndoles posibilidades para su formación continua. ¿Esto también lo podrá conseguir?—Está previsto, incluso tendremos en Ibiza a profesionales que están entre los diez primeros de su especialidad en España. Esto lo puedo asegurar, aunque aún no le puedo decir en qué especialidades ni quiénes son los que vendrán.—¿Cómo los ha convencido?—Soy bastante persuasivo, pero ofreciendo cosas que no dan los demás. —Para establecer la viabilidad del proyecto, ¿han estimado algún ingreso por la llegada de turistas?—Por supuesto. Una de las empresas con la que colaboraremos se dedica a explotar los centros médicos en zonas turísticas en toda la isla y ya está funcionando. Probablemente en un futuro la usaremos para este sistema de los pacientes-turistas.

—¿Y a la hora de buscar profesionales, que es un mal endémico de la isla?

—Si ha descubierto la fórmula para atraerlos, dígala.

—Otra manera de ligar a los profesionales sanitarios a las islas es ofreciéndoles posibilidades para su formación continua. ¿Esto también lo podrá conseguir?

—¿Cómo los ha convencido?

—Para establecer la viabilidad del proyecto, ¿han estimado algún ingreso por la llegada de turistas?

—¿Una especie de turismo sanitario?