El último consejo de administración de Ports de Balears, organismo dependiente de la conselleria balear de Vivienda y Obras Públicas desde la última reestructuración del Govern, ha decidido denegar la solicitud de autorización para la construcción de un puerto deportivo en sa Punta de Baix, en la zona de es Viver de Vila. La decisión se adoptó tomando en consideración los informes contrarios emitidos desde el Consell de Ibiza, el Ayuntamiento de Vila y la dirección general de Costas, dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, éste último con carácter vinculante, según se explica en el acuerdo adoptado el pasado martes –aunque no se dio a conocer hasta ayer–.

El proyecto de 800 amarres, promovido por el Grupo de Empresas Matutes, Sirenis y el hotel Torre del Mar, se dio a conocer en 2006 aunque entonces se informó de que se remontaba a 1975. A pesar de que en las fases iniciales de la tramitación el procedimiento recibió varios informes favorables del Consell y el Govern durante la pasada legislatura, Ports de Balears justifica su decisión en la denegación por parte de Costas de la lámina de aguas necesaria para este proyecto, emitida en abril del año pasado –tras un primer informe negativo emitido en 2006–, y a los últimos pronunciamientos emitidos desde el Consell y el Ayuntamiento en 2008, también en contra del puerto deportivo.

Satisfacción del Consell y Vila

Desde el Consell mostraron ayer su «satisfacción» por la decisión, que tiene en cuenta el rechazo expresado por el resto de administraciones implicadas. «Se consideraba una agresión al territorio que no suponía una salida para una zona turística como ses Figueretes», explicó la portavoz del Consell Executiu, Marga Torres, que recordó el trabajo realizado por la institución para impedir la construcción de esta instalación.

Asimismo, la consellera insistió en que hay otros proyectos en ejecución que serán «interesantes» para el desarrollo de esta parte de Vila. Torres reiteró que se emitieron informes justificando el rechazo al proyecto desde los departamentos de Medio Ambiente, Territorio y Patrimonio. «Faltaba el último paso», que era la desestimación acordada el martes por Ports de Balears.

También la alcaldesa de Vila, Lurdes Costa, se mostró satisfecha con la decisión del organismo. El Ayuntamiento mostró su «alegría» por el final de un proyecto contra el que se posiciónó la Corporación «desde un primer momento». Costa insistió en que el puerto de es Viver «ha pasado a la historia». Además, el acuerdo cierra «la posibilidad de construir esta infraestructura en la costa». Por ello, el rechazo definitivo a este proyecto supondrá mantener las viviendas y negocios que existen actualmente en primera línea de mar en las áreas de ses Figueretes y es Viver, indicaron.

El Ayuntamiento aboga por renovar el aspecto del paseo de ses Figueretes «manteniendo la zona de playa virgen y mejorándola». El equipo de gobierno recordó su «oposición frontal» a la construcción del puerto deportivo, «recogiendo el rechazo de los residentes de la zona». Costa entiende que, en caso de construirse, esta infraestructura supondría la pérdida de un amplio tramo de la zona costera más turística de Vila.

Además de estos argumentos, recordó Costa, también los informes del Consell y el Ministerio de Medio Ambiente se mostraron contrarios a este puerto por «motivos medioambientales».

Esto supondrá el final de un proyecto que resurgió coincidiendo con una recogida de 7.000 firmas. Durante la presidencia de Pere Palau, el Consell recogió la construcción de un puerto deportivo en es Viver en el Plan Territorial Insular, amparándose en el apoyo popular que recibió de la Asociciación de Vecinos de es Viver, mucho menos activa desde entonces. También la evaluación de impacto ambiental realizada por la Comisión Balear de Medio Ambiente en 2007 fue favorable al proyecto, con algunas prescripciones, a pesar de que los mismos redactores admitían que su ejecución supondría eliminar 120.000 metros cuadrados de praderas de posidonia.