A sus 78 años, Manolo Escobar consiguió ayer llenar y desbordar la carpa de las fiestas de Sant Antoni con un concierto en el que repasó sus éxitos de toda la vida con gracia, chispa y sin abandonar ni por un segundo esa sonrisa permanente que se ha convertido en seña de identidad.

A las 19,15, a tres cuartos de hora de empezar el recital, ya era imposible moverse por la carpa sin pisar o empujar al vecino. La afluencia fue tal que muchos tuvieron que seguir el concierto en la pantalla gigante instalada o en las proyecciones en la fachada del Ayuntamiento. A las ocho ya había gente abanicándose desesperadamente por el calor a pesar de estar casi a la intemperie. Pero entonces bajaron las luces y la gente comenzó a gritar: «¡Manolo, Manolo!» esperando la entrada triunfal de su ídolo. Todavía no. Subió la escenario la concejala Lidia Prats para presentar a Vicent de Can Frit que interpretó ´Mi carro´ o ´Que viva España´ con flauta y tambor. Lo hizo francamente bien pero el público comenzaba a impacientarse, a pesar de que apenas pasaban diez minutos de las ocho, hora de inicio ´oficial´ del concierto. Entonces, por fin, salió al escenario Escobar, vestido impecablemente con un traje oscuro, camisa azul y corbata en dos tonos, que fue recibido con una ovación atronadora a la que respondió con una sonrisa.

Entró cantando el ´Porronpompero´ acompañado por un pianista y dos cantantes al coro. Al finalizar el primer tema, entre aplausos y gritos de «guapo», «tío bueno», «olé y olé», «viva la madre de que parió» y «estás ahora mejor que hace cincuenta años», Manolo Escobar se dirigió al público para asegurarles que había pasado «demasiado tiempo» desde la última vez que estuvo en Ibiza y que no dejaría que volviese a haber un intervalo tan grande. De ahí arrancó con ´La morena de mi copla´ que fue coreada por el público con entusiasmo.

Éxitos con vida propia

«Cuando una carrera es tan larga como la mía las canciones se hacen tan populares que acaban por coger carta de naturaleza, como ha pasado con ´Mi carro´ o ´La minifalda´ pero ni tenía un carro ni me me molesta que las mujeres lleven minifalda», explicó Escobar para añadir que hay otras canciones que, sin embargo, están más cerca de lo que es él o de cómo se siente. Comenzó a entonar entonces ´Yo soy un hombre de campo´ que, recordó, era uno de los temas de la primera película que rodó: ´Los guerrilleros´ de 1963. Después pasó a ´Ay, que llueve´ que fue muy coreada por el público.

Las dos cantantes que le acompañaron en el espectáculo se sentaron entonces con él en medio del escenario donde, comentando los avatares de la vida de Escobar, fueron hilando e introduciendo las canciones que venían al caso. Así, interpretaron juntos temas de Carlos Gardel, Nat King Cole y Manolo Caracol, los artistas «que más han influido en la carrera del artista»; pero cuando una de las chicas preguntó a Escobar si eran estas las personas más importantes de su vida, Escobar dijo que no, que lo era la mujer que le había acompañado toda la vida, lo que le dio pie a interpretar la canción ´Anita´ que es el nombre de su esposa. De ahí pasó a ´Me gusta mi novia´, ´Volver a ser niño´ y ´Madrecita María del Carmen´.

Lo que no se pudo hacer fue acompañar las canciones con un bailecito porque el público estaba tan apiñado que por momentos era imposible moverse dentro del recinto y había que suplicar al vecino que hiciera un minihueco para deslizarse por él si era completamente imprescindible moverse.

Escobar se dio un respiro a mitad de concierto y no tuvo reparos en admitir que a sus años la voz necesita un poco de descanso. Para la parte final del concierto dejó los éxitos ´Mi Carro y ´La Minifalda´ que hicieron que la carpa se viniera abajo. El alcalde de Sant Antoni, José Sala, tomando un respiro en una de las barras, comentaba que estaba «asombrado» del éxito de la cita.