«La mejora del servicio de Urgencias es un proceso que no se completa nunca. Mejorar y solucionar problemas es algo continuo», apuntó ayer el gerente del Área de Salud de Ibiza y Formentera, Josep Balanzat, cuando se le preguntó si habían concluido la reestructuración del servicio. Balanzat detalló que en los últimos meses se ha nombrado a una nueva coordinadora, contratado más personal y aplicado cambios organizativos. «Pero no ha acabado, queremos que funcione mucho mejor», apuntó el máximo responsable de la sanidad pitiusa, que indicó que entre sus objetivos está aumentar el reciclaje de los profesionales y «pasar un aparato de rayos a Urgencias».

Balanzat reconoció que la gripe «es un problema» y que ya están planificando medidas para cuando las Pitiusas, como cada año, alcancen el nivel de epidemia: «Tenemos que estar preparados». Así, detalló que intentarán tener siempre «camas vacías» en el hospital para poder «drenar a los pacientes desde Urgencias», para lo que convertirán en dobles muchas de las habitaciones individuales.

Por su parte, el director del Ib-Salut, Juli Fuster, pidió a los usuarios de la sanidad pública que, ante un proceso febril, no es al hospital donde hay que ir, sino a las urgencias de los centros de salud, «Están más cerca de casa y resolverán bien el problema, las urgencias hospitalarias están para casos más graves».