Actualmente trabajan en el hospital residencia asistida de Cas Serres unas 150 personas. La portavoz del colectivo asegura que las firmas no las han presentado pensando en que la reconversión en solo residencia suponga una reducción de plantilla sino «porque se pierde un importante recurso sanitario para la isla». «La atención que ahora se ofrece estaría seriamente amenazada por una posible reconversión», apuntó. «No hablamos ni de dineros ni de infraestructura del personal, sino de un recurso sanitario y de que trabajamos como hospital, no como residencia», remarcó. La plataforma de defensa de este centro no solo está formada por el personal sino por familiares de enfermos. La petición la han firmado residentes en puntos repartidos por toda la isla.