­El coordinador del proyecto de la Xarxa de Vigilància Ambiental, Xisco Sobrado, recordó que «hay actuaciones muy fáciles de hacer y que tienen muy poco coste, como es el incluir las praderas de posidonia en las cartas náuticas, para que los patrones de los barcos puedan planificar su navegación» y fondear en sitios adecuados. Esta es una petición reiteradamente realizada desde los sectores conservacionistas, pero que nunca ha llegado a materializarse.

Sobrado y el resto de responsables de la campaña consideraron, en todo caso, que los principales responsables de efectuar un plan de fondeos son los consells de Ibiza y de Formentera, junto con el Govern balear. De hecho, la conselleria de Medio Ambiente ha anunciado una normativa al respecto, pero de momento se desconocen sus líneas generales y no se sabe cuándo se aprobará.

Los ecologistas del GEN ya han realizado trabajos sobre la situación de la posidonia y el año pasado presentaron estudios de impactantes resultados que evidenciaba el retroceso de las praderas en el litoral ibicenco. Los lugares de «actuación prioritaria» serían Cala Salada, Cala Vedella, Cala d´Hort, Porroig, es Jondal, Talamanca, Pou des Lleó y Portinatx, que son los puntos que presentan una mayor saturación durante el verano.

Los responsables de la campaña confían en lograr «la participación de centros de buceo, estaciones náuticas y administraciones» en su campaña de vigilancia ambiental, que también prestará atención a otros impactos que pueda haber en las playas y calas, como vertidos fecales.