Los continuos aguaceros caídos en Ibiza desde mediados de agosto han rellenado los acuíferos de la isla lo suficiente como para que salga de la situación de alerta por sequía, en la que se mantuvo desde el mes de mayo, según el indicador hidrológico que publica el Govern a través de la dirección general de Recursos Hídricos. La mayor de las Pitiusas se encuentra ahora en situación de prealerta, si bien sigue por debajo del nivel de hace un año. Desde 2004 no se vivía en Ibiza una sequía semejante, según ese indicador. Lo que ha mejorado sustancialmente gracias a las copiosas lluvias son las reservas hídricas, que en septiembre llegaron al 40%, mejor que el 37% de hace un año. En Formentera han subido al 68%, un punto porcentual por encima del dato de 2014. Las masas de agua que más han crecido han sido las de Cala Llonga (Santa Eulària), que del 8% de agosto ha pasado al 24%, la de Roca Llisa (del 15% al 35% en un mes) y la de Jesús (del 36% al 50%), mientras la de Sant Agustí no solo no ha aumentado, sino que ha menguado: del 6% al 4%.