«Algo muy importante para las mujeres y para el avance del feminismo es la visibilidad. Salir hoy a la calle es hacernos visibles», remarcaba ayer Pilar Ferrero, premio 8 de Març de este año, que apuntaba que lo único que, en suma, reivindica la Associació de Dones Progressistes «es ser iguales», una meta que debería ser ya una realidad. Lejos de ello «estos últimos años hemos retrocedido 30 años atrás en la historia del feminismo. Nunca pensé que podría ocurrir», lamentaba Ferrero, que pone como ejemplo que muchos derechos adquiridos «se hayan vulnerado por el gobierno sin que tenga nada que ver con recortes sino por una cuestión ideológica».