Miquel Roca, profesor de Psiquiatría de la UIB, no tuvo ningún reparo en reconocer que el título de la lección inaugural, ´Anatomía de la melancolía´, se lo había «fusilado» a Robert Burton, ya que «gente tan poco sospechosa de estupidez como Jorge Luis Borges, Emil Cioran o Marek Biénczyk» consideraban que era el título «más bello» puesto nunca a un libro. Roca señaló que la melancolía, que en el Renacimiento se creía que estaba relacionada con las dotes para la geometría o las matemáticas, fascinó a Víctor Hugo y a Montaigne.

Roca explicó que la melancolía es una patología que, a diferencia de las depresiones, tiene «poco que ver con los acontecimientos de la vida cotidiana». Roca señaló que es «ir a la deriva, encontrarse perdido en el gran océano, una pérdida permanente en la que, a diferencia del dolor, no se sabe qué se ha perdido». «Llora poco, la melancolía», apuntó Roca, que echó mano de una definición de Fernando Pessoa: «Decía, y decía bien, que la melancolía es algo indefinido que hace daño, mucho daño».