Primeras semana de septiembre, correteos de allí para allá en busca de la mochila perfecta y los libros ya que el curso empieza el próximo viernes. En esa carrera frenética los padres se preparan para gastar de media en la vuelta al cole 425 euros, según un estudio de la Asociación de Consumidores y Usuarios de las Islas Baleares (Consubal), integrada en la Facua. Un ejemplo: los libros de segundo de ESO del instituto Algarb han costado a los padres de los alumnos 230 euros (más el libro de religión, en su caso), a los que hay que sumar el gasto en material, los uniformes, si el centro los usa, y ropa o calzado para afrontar el inicio de curso.

«Ahora mismo me acabo de gastar 220 euros, y aún me faltan tres libros. A esto tengo que añadirle todo el material escolar, porque aún no he cogido nada. Además, con mi otro hijo, de 16 años, los 500 ó 600 euros se me van fácilmente», afirma Luisa, una de las madres que se han acercado a una céntrica librería de Vila.

«Acabamos de comprar los libros de uno de mis hijos por 250 euros, y supongo que los de los otros dos también andarán por el mismo precio, con lo cual preveo que al final la vuelta al cole nos saldrá por unos 1.300 euros entre los libros, uniformes y material para los tres, porque vamos a tener que comprarlo todo», añade otra madre.

Entre los pasillos del establecimiento la conversación más recurrente es la del presupuesto que se han establecido para esta vuelta a las aulas.

José Luis, un padre que está en pleno dilema sobre qué mochila elegir para sus hijos, explica: «La verdad es que no he fijado ningún presupuesto, porque es variable. Hay años que te dejan algún libro, pero al final da igual el presupuesto, porque lo que necesites lo tienes que comprar». «Mi presupuesto viene dado por el precio de los paquetes de libros, por ejemplo a mí los del instituto de mi hija me han costado 300 euros», explica otra madre.

La reserva anticipada y la reutilización de los libros de texto y uniformes se ha generalizado desde los inicios de la crisis hace ya seis años: es la manera que tienen los padres de poder afrontar el inicio de curso. «Este año igual que el pasado, hay mucho reciclaje, lo que se ha notado bastante en las ventas -explica un portavoz de una de las librerías-. Con respecto a años anteriores percibimos una bajada de las ventas ya que los padres buscan otras maneras de conseguir todos los libros de texto, sobre todo de segunda mano».

«Nos ayudamos mucho»

«En mi caso las madres nos ayudamos mucho con el tema del uniforme ya que nos lo vamos pasando de un hijo a otro», comenta Luisa. Otra madre que se dispone a comprar los libros comenta: «Yo doy los libros de mis hijas para que los reutilicen los demás, es una buena iniciativa. No pienso que la educación de mis hijos sea un gasto, un gasto es salir a comer o irte de viaje, es más una inversión. Nunca nos acordamos de que en Reyes nos gastamos 300 euros y muchas veces no le dan importancia».

«Yo procuro reservarlos con tiempo para luego aprovecharme del descuento que te ofrecen en material», comenta Carmen.

Reutilización

Juan, un padre que sale a toda velocidad de la papelería, confiesa que se está planteando recurrir a la reutilización de los libros de texto. «Vamos tirando como podemos, de momento nunca habíamos mirado los libros de segunda mano, pero viendo lo caro que es el material creo que va a ser interesante empezar a mirar cómo funciona lo de la reutilización, porque la cosa no está para estos gastos», declara.

Asimismo, Yolanda se muestra muy contenta con esta nueva forma de conseguir los libros: «Tengo la suerte de que en nuestro instituto tenemos lo de la reutilización, gracias ello el año pasado solo pagué 60 euros y conseguí todos los libros, espero que este año sea igual».

«Yo no me puedo plantear la reutilización de los libros o el uniforme, ya que en el colegio de mis hijos no tengo esa oportunidad, así que nos toca pagarlo todo», añade otra madre.

Otro de los quebraderos de cabeza para los padres es la falta de algunos libros por culpa de la inexistencia de programación en determinadas asignaturas del TIL. En los comercios todavía faltan parte de los libros de texto, ya que en algunos casos aún no se ha determinado en qué lengua se van a cursar todas las asignaturas.

Susana es una de estas madres que sigue a la espera de saber cuáles finalmente serán los libros que su hijo necesitará. «Este año por el cambio al TIL, aún faltan la mitad de los libros que tengo apuntados para mi hijo, y todavía no sé lo que voy a gastar».