La portavoz adjunta del grupo parlamentario del PP, Marga Prohens, defendió ayer la reforma electoral para la elección directa de los alcaldes como «la más transparente y limpia, y la que demandan los ciudadanos». «Que la persona que democráticamente haya elegido la mayoría sea la que gobierne», dijo Prohens, en alusión a la propuesta del Gobierno central del PP.

«Lo que no quieren [los ciudadanos] es que los alcaldes salgan de los despachos, de espaldas a la voluntad ciudadana, o que haya quienes gobiernen habiendo sido elegidos por una minoría de la población como consecuencia de intercambio de cromos entre los partidos», añadió.

La diputada del PP reprochó al PSIB-PSOE que rechace la reforma electoral anunciada por el Gobierno para que haya elección directa de alcaldes, y que «se contradiga». Prohens criticó que lo que antes «le parecía bien» al PSIB «ahora le parezca mal», en respuesta a las declaraciones que realizó el portavoz adjunto de los socialistas en el Parlament, Vicent Thomàs.

El socialista opinó que «ahora no es el momento» de esta reforma, y que el PP la quiere llevar a cabo para «conservar el máximo de alcaldías» de cara a las próximas elecciones autonómicas.

«No podemos entender ahora la postura del PSOE, pues esta propuesta la llevaron en su programa electoral en 2003 y 2004, en las elecciones municipales y generales», dijo Prohens. En opinión de la diputada del PP, esta es la actitud de los socialistas «con todo». «Están totalmente desnortados», aseguró y recordó que el vicesecretario de Política Autonómica y Local del PP, Javier Arenas, aseguró el miércoles que se buscará el máximo consenso, que comenzará con una ronda de contactos con todos los partidos en septiembre.