El Grupo Playa Sol (GPS) de Ibiza solicitó el último día de octubre la declaración de preconcurso de acreedores al acogerse al artículo 5 bis de la Ley Concursal. La compañía hotelera, la quinta de la isla con unas 15.000 plazas, pretende de esta forma que sus acreedores le concedan una quita, una especie de acuerdo por el que el grupo pagaría una parte de su enorme deuda y los acreedores renunciarían a su derecho sobre el resto. GPS debe 340 millones de euros, sobre todo a las administraciones públicas, a la Seguridad Social y al Banco Popular. Según explicaron los actuales gestores de la cadena, el fondo de capital riesgo Hiperión, se adeudan 260 millones a los bancos, 60 a las administraciones públicas el resto a particulares.

Además, los administradores del grupo, que da trabajo en la actualidad a alrededor de 1.300 personas en Ibiza, comunicaron en el Juzgado de lo Mercantil de Palma el comienzo de un proceso de reestructuración societaria para fusionar todas las empresas del grupo y el inicio de las negociaciones para refinanciar la deuda. El principal objetivo es aplazar el pago con los principales acreedores, las administraciones públicas, tal como contempla la Ley Concursal.

El propietario de GPS, Fernando Ferré, en libertad provisional a la espera de juicio, se niega a que se fusione el entramado de empresas, medida que también ha rechazado el juez Pinsach por considerarla tardía ante el inminente concurso.

Banco Popular y Bankia, entidades con las que trabaja habitualmente GPS, se niegan a aportar más dinero para recapitalizar la empresa y la solicitud de concurso de acreedores podría producirse este mismo mes. Tanto los actuales gestores como el sindicato UGT consideran que el proceso concursal, que puede durar un año y medio, no tiene por qué conllevar cierre de hoteles ni despido de trabajadores. Sí deberá nombrarse un administrador concursal y el proceso terminará con una reducción de la deuda o con la liquidación de la empresa.

CCOO pidió que se apartara a Hiperión de la gestión por considerar que «sale cara», la solicitud fue desestimada por el juez.