­La Guardia Civil del Mar abrió el pasado 7 de julio un expediente sancionador contra un yate de bandera británica de 30 metros de eslora, el ´Palmira IV´, por fondear sobre posidonia a lo largo de ses Illetes, en aguas del Parque Natural de ses Salines de Ibiza y Formentera.

La patrullera ´Sa Costera´, con cuatro guardias a bordo, interceptó dicha embarcación al comprobar que su ancla estaba sobre la pradera de esta planta marina protegida por leyes nacionales e internacionales.

Este cuerpo de seguridad ha intensificado la vigilancia en la zona desde finales de junio, con controles rutinarios sobre los barcos para hacer cumplir la legislación en esta materia y aplicar las sanciones que correspondan ante los incumplimientos de la normativa. No solo actúan en materia de protección de la posidonia sino contra cualquier otra infracción relacionada con la actividad náutica.

Desde que ´Sa Costera´ llegó al puerto de Vila su presencia ya es habitual, casi diaria, en la franja marítima de apenas 11 millas náuticas que separa los dos puertos de las Pitiusas, donde se concentra gran cantidad de barcos de transporte regular de pasajeros, de mercancías, de excursiones y de recreo.

Además, el pasado 27 de junio, la misma embarcación de la Guardia Civil abrió otro expediente sancionador al yate ´Maridome´ (ver Diario de Ibiza del 28 de junio) de 54 metros de eslora y bandera británica. En este caso fueron los vigilantes de la empresa Pitiusa de Ecología, encargados del asesoramiento al fondeo de yates en ses Illetes, los que avisaron a los guardias, ya que el capitán hizo caso omiso a sus recomendaciones de mover el barco para no dañar la posidonia.

Chárter precintado

Además de controlar el fondeo sobre posidonia, la presencia de la Guardia Civil del Mar también está teniendo sus repercusiones en las actividades, presuntamente ilegales, que realizan determinadas embarcaciones sin contar con los preceptivos permisos.

Un ejemplo es la orden de precinto que ejecutaron, el pasado 7 de julio contra el velero ´Oasis´, dedicado a los charters (alquiler con patrón a grupos de particulares) que fue retenido por ´Sa Costera´.

El capitán de este barco comunicó a la Guardia Civil que tenía un problema de motor, por lo que fue requerida la presencia de la embarcación de Salvamento Marítimo, que lo remolcó desde Formentera hasta el puerto de Vila, donde fue sacado a tierra.